También enfría los ánimos a los inversores que esperan una integración inminente madrid. Silvio Berlusconi lanzó ayer dos mensajes para navegantes. Por lo pronto, enfrió los rumores que en las últimas semanas atosigan a Telefónica y Telecom Italia. El primer ministro italiano aseguró que nunca ha recibido ninguna propuesta sobre la fusión de ambas operadoras. Nada de nada. Esas declaraciones, realizadas al término de una rueda de prensa, echan por tierra un proceso inminente de fusión, algo que últimamente tiene en vilo al sector de las telecomunicaciones europeas. Sin embargo, il Cavaliere abrió nuevos interrogantes al suavizar la oposición de su Gobierno ante la posibilidad de que Telecom Italia sea algún día española: "Éste es un gobierno liberal y vivimos en una economía de libre mercado, y creemos que es justo que sea así". Con esta frase, el primer ministro insinuó que su gabinete podría abandonar su oposición frontal a una posible compra del antiguo monopolio transalpino por parte de la multinacional española. Por todo lo anterior, ayer fue un día muy importante para los observadores que vigilan los movimientos convergentes de las dos telecos. Además de las elocuentes palabras de Berlusconi, también se reunieron el ministro de Desarrollo Económico, Claudio Scajola, con el consejero delegado de Telecom Italia, Franco Bernabé. En dicho encuentro, el primer ejecutivo de Telecom Italia aseguró que cualquier cambio en las actuales relaciones con Telefónica se sometería a consulta del Gobierno. Bernabé también reiteró que las inversiones en redes están aseguradas.