barcelona. Caixa Catalunya se juega buena parte de sus futuros beneficios en el mercado inmobiliario. Por este motivo, la caja que preside Narcís Serra se ha empleado a fondo en 2009 para vender y alquilar todos los pisos que se ha tenido que adjudicar por impagos de clientes. La entidad ha cerrado el año con unos ingresos de 265 millones de euros por la venta de 1.150 viviendas, lo que la convierte en una de las principales inmobiliarias por operaciones de toda España. Además, la caja también ha ingresado otros 135 millones por venta de edificios singulares que tenía en sus patrimonio, lo que supone un ingreso total de 400 millones que ayudarán a sanear la cuenta de resultados del año pasado que todavía no se ha hecho pública. La estrategia de la entidad ha sido muy criticada por los promotores catalanes que consideran que la caja ha reventado los precios a la baja con el objetivo de eliminar de su balance este tipo de activos que le obligan a realizar fuertes dotaciones. Caixa Catalunya también ha sido muy activa en el alquiler de vivienda donde lleva ya alquilados 3.000 inmuebles.