madrid. Los tres gigantes de Detroit, General Motors, Ford y el Grupo Chrysler, se lo han dicho alto y claro al presidente de EEUU, George Bush, en una reunión: los fabricantes no pueden potenciar el uso de combustibles alternativos (como el etanol o el biodiésel) por sí solos. Necesitan que se potencie su uso poniendo un precio competitivo con la gasolina y mejorando la infraestructura de su distribución.Ellos, por su parte, están preparados para que la mitad de su producción sean vehículos que puedan consumir etanol o biodiésel a partir del año 2012. Todos se llevaron una buena impresión de la reunión.