Carlos Moro, presidente del grupo Matarromera, dice que es injusto castigar a las bodegas por la práctica del botellónmadrid. "El vino no debe considerarse una bebida alcohólica, sino un alimento, característico, además, de la dieta mediterránea". A Carlos Moro, presidente y fundador de Bodegas Matarromera, no le cabe duda. "Lo que debe hacer el Gobierno es proteger al producto y difundir sus cualidades". Aunque la ministra de Sanidad, Elena Salgado, ha dado marcha atrás, aparcando por el momento la ley que regula el consumo abusivo de bebidas alcohólicas, Moro lanza una seria advertencia: "El vino no es el problema y, además, el consumo moderado no es malo. Al contrario, es saludable". Aunque el proyecto de ley está paralizado, el sector sigue manteniéndose con los ojos muy abiertos por lo que pueda pasar. Sobre todo, después de las próximas elecciones municipales y autonómicas. Y como referente del mercado, Matarromera no está dispuesto a permanecer callada mientras se ataca al producto. La compañíaEl origen de la empresa se remonta a 1988. Siguiendo la tradición viticultora y bodeguera de sus antepasados, Moro renueva sus viñedos y proyecta la construcción de una nueva bodega, origen del actual grupo. Aunque asentada en pleno corazón de la Ribera del Duero, la compañía ha ido creciendo en los últimos años situándose en el resto de las grandes denominaciones de Castilla y León. Actualmente, la empresa dispone de tres bodegas en Ribera, una en Cigales, una en Rueda y otra en Toro, además de instalaciones en Oporto (Portugal). Su último paso lo dio en Toro con la compra de Bodegas Cyan por cinco millones de euros. "Toro está creciendo mucho y se está convirtiendo en un referente del vino español. Cyan es, además, una bodega con una marca muy reconocida en el exterior, que exporta el 70 por ciento de su producción a países como EU UU o Reino Unido". El impulso en el mercado internacional es una de las principales obsesiones de Moro. Matarromera, que alcanzó el año pasado una facturación de 12,9 millones de euros, está ya presente en 50 países. "Y queremos llegar a 70 a corto plazo", explica Moro. La compañía tiene una fuerte presencia no sólo en los mercados anglosajones, sino también en países como México, Suiza, Brasil, Puerto Rico o Alemania. La calidad españolaEl máximo responsable de la compañía asegura que el vino español no tiene nada que envidiar al de países como Francia o Italia y que lo único que falta es crear grupos grandes, con mayor capacidad de marketing y negociación. ¿Harán más compras? "Debemos ir paso a paso. De momento, hemos creado ya una gran empresa con enseñas en Castilla y León. Y hemos trabajado en otros países como Chile", asegura.