Productores y distribuidores se muestran identificados con ella, las televisiones sólo a medias y los exhibidores, en contramadrid. El próximo viernes, el Consejo de Ministros recibirá un anteproyecto de la Ley del Cine que, después de tanta disputa, empieza a ganar amigos y a restar enemigos. Los productores y distribuidores parecen estar de acuerdo en la mayor parte del contenido, las televisiones matizan algunas cosas y los exhibidores muestran su rechazo absoluto. No obstante, las reacciones de cada una de estas partes implicadas en la industria cinematográfica podrían variar a lo largo del día, puesto que hoy recibirán por escrito la nueva propuesta del Ministerio de Cultura redactada tras la reunión que la vicepresidenta de Gobierno, María Teresa Fernández de la vega, mantuvo con cada uno de estos sectores el pasado lunes. En ese encuentro, los productores obtuvieron un sí a una de sus peticiones más solicitadas: desgravaciones fiscales para los que inviertan en cine. El texto contemplará, por tanto, que puedan desgravarse un 18 por ciento tanto los productores como sus socios, si bien todavía falta por saber si podrán beneficiarse de esta medida otros sectores ajenos al cine interesados en invertir en él, algo que, según la Asociación de Productores Española (Fapae), no aclaró la vicepresidenta. "El esfuerzo de las bonificaciones fiscales ha sido notable. El Ministerio de Cultura lo busca, íbamos con cautela y el ministro Solbes ha hecho un esfuerzo importante", afirmó ayer la titular de Cultura, Carmen Calvo. Los distribuidores también se han mostrado "identificados" con el texto modificado de la futura Ley del Cine y mostró su satisfacción porque la normativa vaya a salir adelante en esta legislatura. "En nuestro caso, el traje se ha hecho más a medida", afirmó Luis Hernández de Carlos, el presidente de la Federación de Distribuidores de Cine (Fedicine). Hernández pidió que ahora es necesario que se "serenen" los ánimos entre distribuidores y exhibidores porque "estamos condenados a entendernos".Pero los exhibidores no están pensando precisamente en fumar la pipa de la paz con ellos, ni tampoco con cultura. Desde Fece, la asociación en la que se integran los propietarios de salas, aseguran que el Gobierno deja este sector "abandonado a su suerte" a pesar de que son un canal esencial para la difusión cultural española y europea.Fece considera un "agravio" que ni Cultura primero, ni desde la Vicepresidencia después, hayan atendido su petición de disminuir la cuota de pantalla, que les obliga a emitir un 25 por ciento de largometrajes de nacionalidad española o de la Unión Europea. Por ello, mantienen su amenaza de no cumplirla a partir del próximo mes de abril. Y una advertencia más: "Que los cines están dispuestos a decir me planto es bastante significativo, pero pueden pasar muchas cosas más... Somos 4.000 pantallas decididas a hacer causa común".