Un estudio de Ernst&Young coloca a nuestro país en la última posición globalmadrid. Un estudio de Ernst&Young amenaza con aguarle la fiesta a la industria española de las cuatro ruedas, que celebra el comienzo del año con el nuevo Plan 2000E, de incentivos directos al mercado. Según dicho informe, al que tuvo acceso elEconomista, España es el país productor de automóviles menos competitivo a nivel global... o al menos eso es lo que opinan 300 empresas europeas del sector, de las que un 7 por ciento son fabricantes de coches y el resto, proveedores de componentes. En ambos casos, se trata de opiniones muy relevantes, puesto que el conjunto de la industria nacional de la automoción -que comprende los dos subsectores de los fabricantes y los proveedores- da trabajo a unas 280.000 personas y representa más de un cuarto de las exportaciones totales de España. Para más inri, este sector depende casi completamente de la inversión extranjera. El asunto se hace todavía más preocupante si se echa un vistazo al ranking de los países más competitivos. España, de hecho, no se encuentra por debajo sólo de las naciones emergentes y de bajo coste de la mano de obra, sino también de todos los demás países productores de Europa Occidental, Japón y los Estados Unidos. La clasificación mundial está encabezada por Alemania, mientras que en el segundo y tercer puesto se encuentran Japón y China, respectivamente. En Europa, en cambio, Francia e Italia persiguen a la industria teutona desde la segunda y la tercera plaza, respectivamente. La situación no cambia mucho cuando los entrevistados entran a valorar la estabilidad económica de España. Nuestro país se encuentra en la undécima posición a nivel mundial y, si se excluyen las respuestas de las empresas españolas, ocupa la décima plaza en Europa, detrás de todas las demás naciones productoras. A pesar del resultado demoledor para la industria española, fuentes de Ernst&Young en nuestro país redimensionaron su posible efecto sobre las inversiones a medio plazo. "Es un tema de percepción de los encuestados", que "no necesariamente se repercutirá" sobre el trabajo de las plantas de automóviles y componentes en España, explicaron. "Cabe recordar -añadieron- que las grandes economías y, en menor medida, los países emergentes, siempre se perciben como más estables y más competitivos: España no es ninguna de las dos cosas". Además, añadieron que nuestro país "se está demostrando muy pro activo" en lo que a políticas industriales para el automóvil se refiere, tanto desde el punto de vista de sector público, como privado. Esta visión parece reflejarse en las opiniones de los empresarios españoles entrevistados, que hacen gala de un moderado optimismo ante el próximo futuro. Un 72 por ciento de ellos, de hecho, considera que que la situación de su empresa mejorará el año que viene, ya sea de forma suave o "significativa". Eso sí, el conjunto los encuestados españoles opina que todavía el sector tiene por delante un mínimo de otros doce meses de crisis.