El grupo español asegura que adoptará las soluciones "adecuadas y necesarias" madrid. Marsans ha decidido enviar "urgentemente" a un auditor ejecutivo del grupo, con plenos poderes, para examinar "de primera mano" y tratar de solucionar los problemas suscitados con su filial Marsans Internacional Argentina (Miasa), a la que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ha abierto un expediente administrativo por la emisión de cheques sin fondos y no pagar a los cincuenta empleados contratados durante al menos los últimos cuatro meses, entre otros motivos. En un comunicado emitido ayer el grupo propiedad del presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y de su socio Gonzalo Pascual, detalló que Marsans Internacional Argentina es una compañía de gestión independiente cuyo presidente ejecutivo, Luis Magariños, "ha informado de una serie de problemas que para valorar adecuadamente requieren acción inmediata". Por este motivo, ha tomado la decisión de enviar a un auditor ejecutivo del grupo para estudiar la situación y "adoptar de la forma más inmediata posible" una solución. En el comunicado emitido, el grupo español precisa que "Miasa, que opera en el país iberoamericano desde 1969 con regularidad y eficiencia, ante los problemas recientes surgidos tomará las soluciones necesarias y adecuadas". Fuentes de Marsans consultadas por este periódico declinaron comentar la cuantía del impago confirmado por el pasado martes por la Secretaría de Turismo Argentina, dependiente del Ministerio de Industria. El Gobierno argentino ha abierto un expediente administrativo a la filial de la empresa española Marsans Viajes en este país por la emisión de cheques sin fondos y por la falta de pago de la nómina a sus empleados, según informó el director de Gestión de Calidad Turística en Argentina, Gonzalo Casanova. En los juzgados del país sudamericano se han presentado además tres solicitudes de quiebra por parte de acreedores de la agencia de viajes. En medios del sector se atribuye la nueva sanción a la estrategia adoptada por el Gobierno argentino de dificultar al máximo los negocios residuales que el grupo español aún mantiene en el país. Expropiación de Aerolíneas La apertura de este expediente se produce después del juicio iniciado en febrero de 2009 por el Gobierno argentino con la finalidad de expropiar a Marsans la compañía Aerolíneas Argentinas, que desde mediados de 2008 está controlada por el Estado argentino a raíz de su caótica situación financiera, con unas pérdidas diarias próxima al millón de euros. Marsans Internacional Argentina se encuentra englobada en Viajes Marsans, pero sin embargo no figura en el listado de sociedades que conforman las cuentas correspondientes al ejercicio fiscal de 2008 depositadas en el Registro Mercantil de Madrid. Con la misma denominación aparecen sociedades inscritas en Santo Domingo, México, Roma o Portugal, pero no en la capital Argentina. Los problemas de liquidez de Marsans son extensibles a su matriz, Viajes Marsans, que a corto plazo debe negociar un préstamo de 60 millones de euros necesarios para afrontar la próxima temporada turística con liquidez, según ha reconocido recientemente. De hecho, algunos operadores turísticos y agencias mayoristas han optado por exigir el dinero adelantado de sus servicios para garantizarse de esa forma el cobro de los mismos. A los problemas detectados en la filial argentina se une la suspensión de actividad decretada recientemente por el Ministerio de Fomento en Air Comet, la aerolínea que prestaba servicio al grupo turístico. En conjunto y de forma extraoficial se calcula que el grupo Marsans arrastra una deuda global próxima a los 600 millones de euros, de los cuales cerca de 160 millones de euros son imputables a préstamos otorgados por las principales entidades financieras del país, entre las que figura Caja Madrid.