berlín. El soborno a socios extranjeros, incluida la italiana Enel, habría sido una práctica habitual en Siemens durante años. Eso es lo que se desprende de las primeras declaraciones recogidas en el proceso judicial que comenzó ayer en Darmstadt contra dos ex trabajadores del sector eléctrico de la empresa alemana. Siemens habría establecido un complejo sistema de sociedades fantasma y cuentas secretas para evitar la pérdida de negocios con el conocimiento y la aprobación de la directiva de la empresa.Exigencia de EnelEl ingeniero de 63 años Andreas K .declaró ayer que autorizó el pago de seis millones de euros a dos responsables de la empresa italiana Enel cuando era gerente de este sector de la empresa a finales de la década de los noventa. Segun él, no fue Siemens quien ofreció el soborno, sino que el pago fue la respuesta a una exigencia de dos responsables de Enel, Luigi G. y Antonio C., poco antes de cerrar un contrato por un valor total de 450,3 millones de euros.El otro imputado, Horst V., de 73 años, se declaró también culpable de haber participado en los sobornos, aunque aseguró que en su día no supo que los pagos que realizaba procedían de un fondo destinado a estos fines. Horst V. confirmó tambien que el pago fue una exigencia procedente de Enel y aseguró que no se trató de una accion excepcional en la empresa: «Mucha gente en Siemens conocía la existencia de estos pagos», aseguró.Aunque la empresa Siemens no puede ser acusada por este caso frente a un tribunal alemán, de ser declarados culpables los dos acusados, podría ser considerada parte implicada y se le podría llegar a exigir el pago de los beneficios de este negocio con Enel.