Entrecanales, el 13 de septiembre: "Si vendemos ¿no seríamos unos traidores?"madrid / nueva york. La operación de compra del 20 por ciento de Endesa por Acciona no fue un camino de rosas, según se desprende de los documentos del Tribunal de Justicia de Nueva York.El secretario del consejo de Acciona, Jorge Vega-Penichet, declaró que "tenía un miedo de muerte" por el riesgo de que la operación para pasar del 10 al 20 por ciento de Endesa pudiera finalmente fracasar. Según explica, la operación podía "terminar sin tener las acciones, porque una tercera parte podría haber ido al mercado" y comprarlas. Acciona había contratado swaps con el Santander, lo que no significaba necesariamente que el banco le tuviese que vender los títulos, aunque la entidad financiera decidió comprar las acciones para cubrir la operación.Esta situación, que según Vega, "le volvió loco durante varios días" le llevó a visitar en varias ocasiones las oficinas del Santander para tratar de fijar el modo en el que se iba a realizar la compra de títulos y llegó incluso a interesar al consejero delegado del Santander, Alfredo Saénz. Finalmente, el banco vendió las acciones en 60 operaciones directas con Bestinver.Acciona tuvo también problemas para encontrar un abogado en Estados Unidos, hasta el punto de que Vega se puso en contacto con el secretario del consejo de Endesa, Salvador Montejo, para que le dijera qué bufete no podían utilizar por incurrir en conflicto de intereses. Finalmente, optaron por Salans, que fue el encargado de realizar la comunicación a la SEC por la que luego denunció E.ON a Acciona. Vega, según su declaración, descubrió que tenía que comunicar al regulador estadounidense su operación tras un aviso de un abogado de Uría & Menendez, José María Goenechea. De hecho, la decisión última de realizar la operación se adoptó en las oficinas del bufete de abogados.En febrero de 2006, cuando E.ON presentó su oferta de compra por Endesa, la empresa de la familia Entrecanales pensó en aliarse con Gas Natural para realizar una oferta conjunta por Endesa, pero la falta de tiempo para poder presentar dicha operación competidora impidió que ésta pudiera salir adelante.Según explicó el secretario del consejo de Acciona, la idea de entrar en Endesa surgió ya en 2002, porque la empresa siempre estuvo interesada en la energía. Acciona había analizado muchos escenarios de compra sobre Endesa, Unión Fenosa e Hidrocantábrico e incluso había intentado realizar operaciones de compra. Lo intentó con Fenosa cuando el Santander vendió su participación a ACS y quiso pujar por Cantábrico con la alemana RWE en 2000, en otra larga guerra de ofertas. Por la única empresa que nunca se interesaron fue por Iberdrola, ya que siempre había tenido un accionista de referencia.Cuando la compañía vendió su participación en Airtel pensaron en comprar un 5 por ciento de Endesa, porque consideraban que era una de las pocas empresas del Ibex que no tenía ningún accionista de referencia, así que a mediados de septiembre, la empresa se decidió a iniciar su entrada en Endesa.El 13 de septiembre, dos semanas antes de que Acciona realizara su operación, el presidente, José Manuel Entrecanales, indicó sin rodeos en un correo interno que "si los alemanes hacen una oferta y logran el 50,1 por ciento estamos jodidos ¿verdad? Deberíamos aceptar una salida o un acuerdo para la gestión, y si acordamos vender ¿no seríamos unos traidores? Deberíamos lanzar una campaña de descrédito a los alemanes". El 16 de octubre, pocos días después de la denuncia presentada en Nueva York, Entrecanales ordenó a sus ejecutivos un plan de negocios alternativo al de E.ON, que les "hiciera parecer incompetentes".