El banco, cuya imagen se ha deteriorado en Iberoamérica, destinó 56,4 millones a acción socialmadrid. BBVA ha seguido reduciendo el año pasado el número de sus establecimientos ubicados en paraísos fiscales. A cierre de 2006, han disminuido en 33, con lo que quedan 19 centros off shore. De ellos, tal como detalla el Informe Anual de Responsabilidad Corporativa de 2006 del banco, cuatro se encuentran en proceso de liquidación y otros siete más no cuentan con actividad comercial, por lo que el número de establecimientos activos en paraísos fiscales se queda en ocho.En 2004 el banco anunció su intención de reducir drásticamente su presencia en centros off shore con el objetivo de reducir sus establecimientos a tres a cierre de 2006. El presidente del grupo financiero, Francisco González, afirmó ayer que la actividad en paraísos fiscales no se va a reducir a cero, porque en ellos se puede realizar "actividades económicas totalmente transparentes". El problema, afirmó, surge cuando las prácticas bancarias en estos centros "se vuelven laxas, pero no es nuestro caso".El banquero, que detalló ayer el contenido del informe, explicó que el año pasado la entidad destinó 56,4 millones de euros en acción social, lo que supone superar en un 21,4 por ciento la cifra registrada un año antes. Esta cifra se incrementará sustancialmente a lo largo de 2007 por la inclusión del presupuesto de nueva Fundación BBVA para Microfinanzas, que asciende a 200 millones de euros, y el del plan de acción social en Iberoamérica, de 15 millones, según explicó el director de Responsabilidad Corporativa del banco, José Ángel Moreno.El presidente también explicó que la presencia de mujeres en puestos directivos se va ampliando por un proceso natural, ya en las nuevas incorporaciones el 60 por ciento corresponden a mujeres. El porcentaje de féminas en la alta dirección del banco es ahora de sólo el 11,4 por ciento. Francisco González también explicó que la imagen de la entidad que preside se ha deteriorado a lo largo del año pasado en muchos países latinoamericanos, por el "déficit de percepción" existente en esos países respecto de las multinacionales, y también debido a la celebración en el año 2006 de procesos electorales que conllevan campañas que deterioran la imagen de las grandes compañías extranjeras. s Más información sobre este tema en www.eleconomista.es