El cálculo del proyecto de integración no contempla la ayuda del Fondo de Garantía de 990 millonesmadrid. Las fusiones no devolverán la normalidad de las cajas de ahorros hasta dentro de, al menos, dos años. En este periodo, las cifras que manejan algunas entidades en sus proyectos de integración reflejan que seguirán pasando penurias. Y eso que recibirán ayudas, ya sean privadas a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) o públicas a través del Frob. Las ganancias, como en el tiempo de bonanza, no llegarán hasta el ejercicio de 2012, momento en que podrán empezar a devolver el dinero recibido. Según el plan de negocio de la fusión de Unicaja y CajaSur, al que ha tenido acceso este periódico, la institución resultante tendrá en 2010 unas pérdidas que llegarán a los 540 millones de euros. En el ejercicio siguiente será capaz de volver a números negros, de 112 millones, mientras que en 2012 logrará ya 172 millones, una cantidad que se acercaría tímidamente a los beneficios conjuntos de ambas en los tiempos anteriores a la crisis. Fuentes de la entidad sostienen que el proyecto de la integración, elaborado por la consultora Boston Consulting Group, no contempla la ayuda prevista del Fondo de Garantía de 990 millones de euros, que servirá para minimizar el impacto de los deterioros de activos de la cordobesa y compensar los posibles riesgos estimados, además de aligerar los costes de la operación. El gasto previsto de la fusión el primer año alcanza los 402 millones de euros, pero la nueva caja tendría que soportar unas pérdidas de unos 114 millones anuales por la actividad recurrente y unos quebrantos de 828 millones. De ahí, que la consultora calcule riesgos superiores a los 2.100 millones en la operación andaluza. La mayor parte de los peligros están concentrados en CajaSur, cuyo ratio de morosidad alcanzará a cierre de 2009 el 9,3 por ciento, aunque el dato ascendería a más del 13 por ciento si no hubiese realizado refinanciaciones de deuda, principalmente de clientes inmobiliarios. Solvencia a la mitad El impacto de estas insolvencias llevará a la cordobesa a un patrimonio negativo y situar el nivel de solvencia muy por debajo de las exi- gencias regulatorias. Según el plan de negocio, a finales de este ejercicio el ratio BIS descenderá al 3,9 por ciento, la mitad del mínimo legal establecido. Por su parte, el denominado Tier 1 (el más utilizado en Europa) se quedará en el 2 por ciento. El mercado, de acuerdo con las nuevas exigencias de solvencia, coloca como razonable este ratio en el 8 por ciento en el sector financiero. El último dato ofrecido por CajaSur sobre los niveles de capitalización revelan que la entidad contaba con un BIS del 10 por ciento a cierre del primer semestre. Los 990 millones del Fondo de Garantía serán destinados para dos emisiones, una de participaciones preferentes, que permitirá a la nueva institución -que se denominará Unicajasur- elevar la solvencia, y otra en concepto de avales para facilitar el acceso a los mercados de capitales para captar liquidez. Otra de las integraciones que está en una fase avanzada, la llevada a cabo por Caixa Catalunya con Manresa y Tarragona, indica también que los resultados serán limitados en los primeros años. Reembolso Así, según fuentes conocedoras del proyecto, los beneficios serán "escasos" hasta 2012, ejercicio que mostrará una mejoría sustancial que permitirá empezar al grupo resultante a devolver parte de las ayudas públicas. Las cajas catalanas han solicitado al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) 1.315 millones de euros para poder aliviar las cargas de la operación, entre ellas, las prejubilaciones que emprenderá para racionalizar el personal tras el cierre masivo de oficinas. Algo más costará remontar a las castellanas Caja Duero y España, cuya integración está en marcha y está prevista que se cierre a mediados de 2010. Según el informe elaborado por la consultora KPMG, los beneficios de antes de la crisis no llegarán al nuevo grupo hasta 2015. Entonces, la institución financiera ganará en torno a los 300 millones de euros. Para ese año, la caja de ahorros resultante tendrá que haber devuelto las ayudas de 560 millones del Frob, aunque podría prorrogar a 2017 el desembolso total de los recursos públicos que recibirá.