El fabricante europeo podría exigirle el pago de media docena de 'A330-200'madrid. El concurso de acreedores de Air Comet puede tener inesperados protagonistas. Además de los bancos, los empleados e, incluso, otras empresas del grupo Marsans que han inyectado hasta 143 millones de euros en la malograda aerolínea, hasta el fabricante aeronáutico Airbus podría personarse en el mismo. El gigante con sede en Toulouse podría exigirle al grupo turístico español el pago de media docena de A330-200 que iba a recibir en los próximos dos años. Fuentes conocedoras del proceso aseguran que "Marsans había dado una pequeña señal por estos aviones pero que todavía faltaba la mayoría del pago, que podría superar los 500 millones a precio de catálogo". Este fuerte desembolso se suele realizar pocos meses antes de la entrega del avión al cliente. En los tiempos de bonanza económica para el mercado de las aerolíneas, Airbus había cerrado con Marsans un millonario contrato de aviones valorado en 5.300 millones de euros y que incluía 73 aparatos de varios modelos como el ya comentado A330-200, el A350, el A320 y el nuevo A380, el avión comercial más grande del mundo con capacidad para 555 pasajeros. La intención de Marsans era destinar parte de esa flota a Aerolíneas Argentinas, como es el caso del A320, y el resto a Air Comet, que tenía un ambicioso plan de negocio para plantar cara a Iberia en las rutas latinoamericanas. Incluso la aerolínea de Díaz Ferrán se iba a convertir en la primera empresa en traer el A380 en España, por delante de Iberia y Air Europa. Pero los planes de crecimiento se fueron desmoronando a medida que la crisis se agravó. Tras la nacionalización de Aerolíneas Argentinas, Marsans intentó vender parte de las opciones de compra al Gobierno argentino a cambio de 200 millones de euros, que compensarían en parte toda la inversión que ha realizado el grupo propiedad de Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual en la aerolínea latinoamericana. Pero el Gobierno argentino las rechazó. Aunque los dos inseparables socios han podido anular la mayoría de las opciones, no pudieron hacer lo propio con el pedido más adelantado de Air Comet, que empezó a recibir la docena de nuevos Airbus A330-200 hace menos de dos años. Algunos se los quedó en propiedad Marsans, y otros los gestionó a través de empresas que se los alquilaban. Precisamente, el impago de estos leasing fue el motivo final por el que la aerolínea se vio abocada a cerrar tras una orden de un juzgado británico que bloqueó cualquier vuelo de los aparatos. Fuentes oficiales de Airbus consultadas por este periódico no quisieron hacer ningún comentario sobre si se personarán o no en el concurso de acreedores para exigir a Air Comet el compromiso de pago de esta media docena de aviones que se han quedado colgados tras el cierre de la aerolínea. Airbus buscará alternativas Desde el sector se cree que el fabricante aeronáutico buscará alternativas antes de participar en un concurso de acreedores en el que no tiene muchas posibilidades de conseguir lo que se le adeuda. Y la coyuntura del mercado le ayuda. Tanto Airbus como Boeing, los dos primeros fabricantes aeronáuticos mundiales, tienen una gran saturación en su cartera de pedidos, que supera los 3.000 aviones encargados cada uno y que tardaría en fabricarse entre cuatro y cinco años. Con este panorama, la empresa presidida por Tom Enders tiene muy fácil la recolocación de estos A330-200 a otros clientes que los necesiten y que se ahorrarían varios años de tiempo de espera.