Triplica su riqueza y supera por primera vez los 20.000 millones de eurosmadrid. Empezó vendiendo batas en La Coruña y se ha convertido en el hombre más rico de España y la octava fortuna del mundo, según ha publicado esta semana la revista norteamericana Forbes. Según los datos de esta publicación, Amancio Ortega, el presidente del grupo Inditex y dueño de Zara, tendría ya en sus manos un mínimo de 24.000 millones de dólares (18.240 millones de euros). ¿Le parece mucho? Pues prepárese porque aún hay más. Estas cifras, no tienen en cuenta la subida en bolsa de Inditex en las últimas semanas ni sus últimas adquisiciones. Si se tienen en cuenta estos aspectos, y según una estimación hecho por elEconomista, la fortuna de Ortega habría superado por primera vez en la historia los 20.000 millones de euros. El 59,2 por ciento que tiene en Inditex vale ya en el mercado, al cierre de ayer, 16.400 millones de euros. El resto de sus inversiones -un 5 por ciento en Banco Pastor, un 5,01 por ciento en Aguas de Barcelona (Agbar) y un 5,07 por ciento en la cadena NH Hoteles, además de sociedades de inversión en bolsa y renta fija y el negocio inmobilario- se gestionan desde el holding Pontegadea. Y, según los datos del Registro Mercantil, y a falta todavía de los datos de 2006, los activos de este grupo empresarial estaban valorados a 31 de diciembre de 2005 en otros 2.580 millones de euros. Su fortuna sumaría ya, por lo tanto, 19.730,2 millones de euros, pero a eso hay añadir además la inversión que acaba de hacer en Occidental -ha comprado la cadena junto a BBVA por 706 millones- y, por supuesto, sus propiedades privadas. ValoraciónSon en conjunto más de 20.000 millones. Y, seguramente, nos quedemos cortos. Hoy, casi cualquier cosa podría estar así a su alcance. ¿Se imagina que podría hacer con tanto dinero? Entre los grandes multimillonarios se ha puesto de moda la compra de islas como auténticos paraísos privados. El fundador de la CNN, Ted Turner, es propietario, por ejemplo, de Saint Phyllis en Carolina del Sur, y el británico Richard Branson, posee la isla de Necker en el Caribe. Pero, ¿le bastaría con eso a Ortega? Posiblemente, no. Y es que su fortuna iguala ya casi a toda la economía de un país tan rico como Luxemburgo, cuyo PIB se elevó el año pasado a 31.900 millones de dólares (24.194 millones de euros). Los 452.000 habitantes de este pequeño estado europeo presumen de tener la mayor renta per cápita de todo el Viejo Continente 70.575 dólares por habitante y año-, pero ninguna puede plantar cara al empresario gallego. Claro que imagínese lo que pasaría si en lugar de Luxemburgo comparáramos la riqueza de Ortega con países más modestos en la Unión Europea. Su fortuna supera a la de casi todos los países bálticos, duplicando prácticamente el PIB de Lituania, el motor económico de la zona. Rosalía MeraAmancio Ortega es, de lejos, el hombre más rico de España, triplicando, por ejemplo, el dinero que tiene el segundo, Rafael del Pino, fundador y principal accionista de Ferrovial. Lo curioso es que, entre las diez personas más ricas de España, además de Ortega, figura también su primera mujer, Rosalía Mera, que tiene en su bolsillo, gracias también a Inditex, la nada despreciable cifra de 3.400 millones de euros.De acuerdo con los datos de Forbes, el fundador de Microsoft, Bill Gates, atesora por decimotercer año consecutivo la mayor fortuna del mundo. Así lo revela el ranking anual elaborado por Forbes, que destaca que los pujantes patrimonios del magnate financiero Warren Buffett y del mexicano Carlos Slim empiezan a hacer sombra, sin embargo, a la hegemonía de Gates. Aún así, su fortuna se ha incrementado en 6.000 millones en un año, hasta 56.000 millones de dólares. No hay que olvidar tampoco, sin embargo, que en los últimos años, la Fundación Gates está centrando todo sus esfuerzos en África para frenar las pandemias. Este verano, junto con su mujer, sacaron los colores a los gobiernos y las farmacéuticas al donar 500 millones de dólares a la lucha contra el sida, la malaria y la tuberculosis. Son fortunas bien administradas.