El BCE reconoce que estas pérdidas están muy extendidas por toda la zona eurofráncfort. El Banco Central Europeo (BCE) calcula que los bancos de la eurozona sufrirán pérdidas por la reducción del valor contable de títulos y créditos de hasta 553.000 millones de euros en el periodo 2007-2010. La cifra está incluida en el informe sobre estabilidad financiera en la zona del euro presentado ayer por el vicepresidente del BCE, Lucas Papademos, y representa un incremento de 65.000 millones de euros de las pérdidas estimadas en junio para el periodo citado. Según Papademos, este aumento se debe al progresivo deterioro del mercado de la propiedad comercial y a la inclusión en las estadísticas de ese semestre de la depreciación de títulos emitidos en Europa central y del este. De acuerdo al BCE, si se tienen en cuenta las depreciaciones descontadas hasta finales de octubre y las pérdidas en las provisiones de crédito hasta junio, a la reducción del valor contable de los bancos de la eurozona podrían potencialmente sumarse otros 187.000 millones de euros hasta diciembre. Papademos destacó que estas pérdidas están muy extendidas y en consecuencia no es relevante hacer un mapa por países euro. "Las condiciones de la propiedad comercial en la zona del euro se han deteriorado más en los últimos seis meses y sigue siendo una fuente potencial de riesgo para muchas instituciones financieras", destacó el vicepresidente del BCE. Destacó en ese contexto la importancia de que los bancos incrementen sus provisiones y dejó entrever su preferencia en que éstas no sólo se calculen en función de los beneficios sino de las estimaciones de pérdidas. El BCE también considera un factor de riesgo para los sectores no financieros de la eurozona el endeudamiento de las familias y las perspectivas negativas del mercado de trabajo, pese a que el clima macroeconómico mejoró en los últimos seis meses. El vicepresidente del BCE explicó que las extraordinarias medidas adoptadas por los bancos centrales y gobiernos han permitido restaurar la confianza en el sistema financiero, lo que, unido a los impulsos macroeconómicos dados, mejoran el panorama general. Papademos afirmó que el riesgo sistémico se ha reducido en los últimos seis meses, pero prosiguen los ajustes de los desequilibrios de cuenta corriente y la economía mundial sigue en mínimos.