méxico. La televisión, la publicidad, o la emigración, éste parece ser el destino de los cineastas mexicanos. Las cuatro estatuillas y las 13 históricas nominaciones de mexicanos a los premios Oscar han sacado a escena las dificultades por las que atraviesa la industria del cine. En los medios de comunicación se ha debatido hasta la saciedad sobre si las películas galardonadas eran o no mexicanas. Y es que de las tres cintas seleccionadas sólo la mitad de El laberinto del fauno estuvo realizada con dinero mexicano (el resto es español), las otras dos -Babel y Niños del hombre- fueron rodadas en Hollywood.La realidad es que los cineastas en México no tienen condiciones para filmar. "Hay muy pocas fuentes de financiación, no hay mecanismos profesionales para la comercialización de productos en el extranjero y no existen fondos de desarrollo de proyectos, ni de apoyo a la industria", se queja Mónica Lozano, presidenta de la Asociación de Productores Independientes. Se podría hablar de una generación de cineastas y técnicos muy talentosos que tienen entre 40 y 50 años que están siendo reconocidos por su trabajo a nivel internacional, pero que no tienen condiciones para filmar en su país y tienen que emigrar como tantos otros profesionales nacionales.El director Arturo Ripstein describía la época actual de los jóvenes realizadores como la de los óperos primos, porque después de lograr realizar su primera película con apoyos del gobierno, desaparecen de escena. Pese a las dificultades, la industria vive un resurgir en la última década. Hace poco más de diez años la producción nacional tocó fondo al llegar a producir sólo nueve películas. Sin embargo, de 2000 a 2006 se lograron realizar 246 largometrajes, la mitad de las cuales gracias al apoyo del Instituto Mexicano del Cine (Imcine).Duplicar la producciónLas perspectivas para el sector también han mejorado con la entrada en vigor de una Ley que permitirá desgravar el 10 por ciento de la inversión en productos cinematográficos , lo que podría significar duplicar la producción del número de películas, según el Imcine. La presidenta de los Productores Independientes, reconocía este logro, ya que en los últimos años la inversión privada había abandonado este sector debido a los no retornos de inversión sobre la producción. "Creemos que esta ley va a detonar nuevas producciones", aseguraba.La coyuntura ha propiciado también el encuentro entre autoridades y cineastas. Estos han pedido al nuevo gobierno que desarrollen políticas públicas de fomento y promoción del producto nacional. El eterno problemaLa piratería en el reino de la copia que es México es otro de los grandes obstáculos para el desarrollo de la industria cinematográfica en el país. Tres de cada cuatro películas de vídeo que se venden en México son ilegales. No obstante, en los últimos años los mexicanos acuden más a las salas para ver producto nacional. En concreto, sesenta millones de espectadores en los últimos seis años pagaron por ver una película mexicana. Claro, que si se compara con los 700 millones que fueron a ver una estadounidense, la cifra se queda testimonial. Y es que el 88 por ciento de taquilla se lo lleva el cine de Hollywood, el 7 por ciento va para el mexicano y el 5 por ciento restante, a otras nacionalidades.Los cineastas también piden la revisión de la distribución del precio en taquilla. En la actualidad el 50 por ciento de lo recaudado se lo embolsan los exhibidores (propietarios de las salas de cine), el 14 por ciento el productor y el resto los distribuidores, lo que hace muy poco rentable la producción.Finalmente la Asociación de Productores reclama "la regulación de mercado, programas urgentes para la piratería y que existan incentivos para que las cadenas de televisión inviertan en producción nacional independiente y que de verdad se defina un marco jurídico que dé seguridad al quehacer cinematográfico". Con todo ello se lograrían mejores condiciones para filmar y aprovechar "el talento de los mexicanos" reconocido en todo el mundo.El Imcine cree que las perspectivas para 2007 son alentadoras en materia de producción con los nuevos estímulos fiscales, aunque reconocen que es necesario mejorar las condiciones en cuanto a la distribución y exhibición del cine mexicano, así como la promoción y distribución en circuitos culturales, festivales y mercados de cine. Actualmente hay películas que tardan entre tres y cuatro años en llegar a las pantallas y hay 30 películas que están a la espera de estrenarse. Para combatir esta situación Imcine ha decidido hacerse cargo de la promoción y lanzamiento comercial de 15 cintas.Hito Sin duda, la ceremonia de los Oscar del año 2007 será recordada durante mucho tiempo en el país. Las nominaciones de tantos mexicanos desató la batalla por las audiencias de los dos canales de televisión privados para retransmitir la histórica jornada. Además, la Cámara de Senadores ha decidido recibir a los directores Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu en una asamblea extraordinaria. En un restaurante del Distrito Federal se reunió la gente del cine que no pudo viajar a Los Ángeles para ver la ceremonia de los Oscar. Durante aquella noche corrió el tequila y la cerveza nacional y cada galardón era recibido con lágrimas en los ojos. Para ellos, el reconocimiento que han recibido a lo largo del año los filmes de Del Toro, Cuarón y González Iñárritu es una demostración de que hay talento y gente preparada que, sin embargo, tiene que salir de México para poder hacer cine.