Un cambio en el grupo retiraba su cargo en Portugal e ItaliaMadrid/ Londres. Perplejidad y desconcierto. Son los dos sentimientos que ayer se respiraban en las filas de Barclays Bank en España. Razón: su primer ejecutivo, Jacobo González-Robatto, dimitió por sorpresa, tras anunciarse una reorganización de negocio y directiva del grupo bancario en el mundo que también afectaba a sus funciones.El que ha sido trabajador de Barclays desde 1982, relevó a Eduardo Arbizu como consejero delegado en enero de 2002 y capitaneó la compra y fusión del Zaragozano, no dio explicaciones. Sin embargo y, al filo de que la noticia saltase a la luz pública a través de un hecho relevante a la CNMV, cursó una misiva a toda la plantilla dando las gracias a los más de 4.000 empleados a su cargo, poniéndose a disposición del banco para realizar la transición y animando a la plantilla a trabajar "de la misma forma para seguir creciendo". Sin embargo, el puesto de primer ejecutivo de la filial en España está vacante y, de momento, sus funciones las asumirá Leo Salom, el responsable del área recién creada en Barclays para Europa Occidental para Banca Comercial y Minorista, que era director de productos del grupo. Bajo este paraguas queda, precisamente, la dirección del área España, Portugal e Italia que, hasta ayer, asumía González-Robatto, y a la que se suma Francia. Entre otros cambios, Barclays crea una segunda macro-área para Mercados Emergentes, pero es la primera la que afecta a España y le restaba competencias, al reducir sus tareas al ámbito doméstico y homologarlo así al resto de ejecutivos en otras filiales nacionales.Bajo su dirección, Barclays ha multiplicado por cuatro el beneficio en los últimos cinco años, subrayó en un comunicado el consejero delegado del grupo, John Varley. El presidente de la filial sigue siendo Carlos Martínez de Campos y el primer ejecutivo de Barclays Capital, Pedro Fernández de Santaella.Ante la inesperada salida, los sindicatos se decantaron por un compás de espera a falta de conocer al sucesor. En UGT explicaron que ofrecerán la máxima colaboración al futuro ejecutivo y que, por el momento, les ocupa averiguar cómo podría afectar al desarrollo del plan de homologación de condiciones entre la plantilla procedente del Zaragozano y la de Barclays, y al resto de convenios laborales que, según la dirección, no variará. Ajustes en la filial de tarjetasDonde sí habrá profundos cambios laborales es el Reino Unido y en la filial de tarjetas. Barclays cerrará el centro de llamadas que Barclaycard tiene Manchester y en el que trabajan 630 personas. El director ejecutivo de Barclaycard, Anthony Jenkins, lo justificó diciendo que "el negocio de las tarjetas de crédito es cada vez más global y, para tener éxito, debemos cambiar nuestra forma de operar para reflejar esto". Barclays tiene previsto trasladar la central de llamadas a India, aunque Jenkins no especificó cuánto ahorrarán. Hoy, dos terceras partes de las nuevas solicitudes de tarjetas se realizan fuera del Reino Unido y Barclaycard tiene 8.000 trabajadores en todo el mundo. Este negocio fue el único que descendió en las cuentas del grupo de 2006. Su beneficio cayó 40 por ciento.