Reconoce problemas de tesorería, rebaja el plazo para aplazar la deuda y abre una guerra de preciosmadrid. Los dos máximos ejecutivos del grupo SOS, Mariano Pérez Claver, su presidente, y José Manuel Muriel, su consejero delegado, cargaron ayer con fuerza contra Nueva Rumasa y la oferta de compra que ha presentado sobre el 29,9 por ciento de la compañía a 1,5 euros por acción. "Es un brindis al sol y lo único que busca es hacerse publicidad. Si quieren hacer una oferta deben presentarla a los accionistas y no mandar un fax a los ejecutivos, como han hecho", aseguró Muriel. A pesar de que la compañía había anunciado el día anterior que iba a emprender acciones legales, Pérez Claver lo descartó, aunque lanzando una advertencia: "La CNMV debe intervenir teniendo en cuenta que se ha podido alterar el precio de la acción". Ayer, a pesar de todo, el título subió un 4,49 por ciento, hasta 1,86 euros. Tras la polémica generada por su propuesta, Nueva Rumasa criticó también que SOS intente sembrar dudas sobre la oferta que ha presentado. Una oferta seria Ante el anuncio del inicio de posibles acciones por parte del equipo gestor de SOS, la familia Ruiz Mateos precisó que la propuesta no revela ninguna información sobre la empresa que no sea pública y conocida por el mercado. "La seriedad de nuestra oferta es totalmente indiscutible, ya que ha sido elaborada después de un profundo y exhaustivo análisis de la compañía y desde nuestra experiencia y conocimiento del sector, e incluso refleja un valor superior en un 6,5 por ciento al que le otorgan expertos independientes, que valoran la acción a 1,41 euros", subrayó Nueva Rumasa. No obstante, de acuerdo con el consenso del mercado, los analistas estiman que la acción de SOS tiene aún potencial de subida, hasta 2,25 euros, es decir, un 50 por ciento más de lo que ofrece el holding de la abeja. Negociación abierta Nueva Rumasa, sin embargo, sigue mostrando una confianza total en el éxito de la operación y asegura que ha mantenido ya contactos previos a la oferta con "importantes accionistas" de SOS, gestores, proveedores y cooperativistas, siempre "bajo el estricto cumplimiento de la normativa aplicable". En un encuentro con los medios, el consejero delegado de SOS negó, tal y como había dicho la familia RuizMateos, que hayan dejado de pagar a los proveedores, pero sí que reconoció problemas de tesorería. "Es cierto que los proveedores están exigiendo cobrar al contado y que tenemos problemas de circulante, que estamos solucionando poco a poco", explicó Muriel. El ejecutivo detalló asimismo que "podríamos vender más, pero por el problema de liquidez, no podemos comprar más materia prima, una de las razones por las que hemos reducido la producción y estamos negociando un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) temporal". El presidente y el consejero delegado de SOS reconocieron que en los últimos meses la compañía ha vivido "una tormenta perfecta", que empieza ahora a remitir. Las provisiones para sanear el balance -que entre 2008 y 2009 suman ya 365 millones de euros- "se han acabado", por lo que, aunque en el presente ejercicio habrá todavía pérdidas, el próximo año el balance estará "limpio" y se comenzará a "crear valor" para el accionista. Según recoge el plan de negocio diseñado por el nuevo equipo de dirección, el resultado bruto de explotación (ebitda) será positivo en 2010. En este sentido, Pérez Claver reconoció que "nos gustaría repartir dividendo el año que viene, aunque eso dependerá de lo que se negocie con la banca". Los dos direc- tivos se mostraron seguros también de que "en un plazo no demasiado largo" se cerrará el acuerdo para refinanciar su deuda, que se eleva a 1.200 millones de euros. Tal y como adelantó elEconomista el pasado 4 de noviembre, el gigante alimentario había reclamado a sus acreedores una prórroga de 18 meses para empezar a pagar sus préstamos. Su intención era que durante ese plazo se pagaran sólo los intereses, pero no se amortizaran los créditos. Muriel reconoció que "esa moratoria que se propuso en un principio no se llegó a contestar por parte de la banca" e insistió en que lo que se está negociando ahora es un aplazamiento de sólo tres meses. "Ahora mismo se está hablando de un stand still (aplazamiento) hasta el 15 de marzo", dijo. Guerra de precios A la espera de la negociación con la banca y de que se acometa el plan de desinversiones, que podría demorarse hasta dos años, uno de los puntos claves para la recuperación del grupo será una bajada de los precios, aunque sin sacrificar los márgenes. "Vamos a reducir los costes para bajar el precio del aceite y el arroz. El diferencial con la marca blanca no puede superar nunca el 10 o el 15 por ciento", aseguró Muriel. El objetivo final es ganar cuota de mercado, algo que se ha conseguido ya en el mercado norteamericano y podría repetirse en España.