La patronal del sector AEB anima al sector a emprender procesos de integraciónmadrid. Los bancos de nuestro país ganaron en los nueve primeros meses del año 12.709 millones de euros, un 10,7 por ciento menos. El descenso se debe a la bajada de la actividad, motivada por la menor demanda de créditos, y por el aumento de las provisiones para insolvencias, que crecieron en este periodo un 66 por ciento. El secretario general de la patronal del sector AEB, Pedro Pablo Villasante, defendió la fortaleza del sector, que sin haber recibido ayudas públicas como en otros mercados, ha demostrado el "éxito" de una gestión prudente basada en una relación con los clientes sin asumir excesivos riesgos, como en banca de inversión. Pero lanzó un aviso a navegantes, a pesar de descartar pérdidas para el este y el próximo ejercicio. Desde que comenzara la crisis económica y financiera nunca hasta ahora la patronal bancaria de los bancos españoles AEB había animado a sus asociados a que emprender proyectos de fusión. Villasante manifestó que la situación actual de las entidades en su conjunto obliga a poner en marcha "procesos de consolidación" y que es "posible" que en 2010 se produzcan integraciones de bancos. Hasta ahora han sido las cajas de ahorros las que han iniciado los planes de concentración del sistema financiero debido a sus delicados balances. El representante de la AEB, durante la presentación de los resultados trimestrales de la banca, abogó por las fusiones siempre y cuando sus gestores decidan que se gana rentabilidad juntos. Además, lanzó una crítica a los analistas financieros que en los últimos meses han puesto en entredicho la salud de la banca española. "Los estados financieros publicados representan la imagen fiel y su incumplimiento tiene consecuencias legales para los administradores", indicó el directivos de la patronal, para posteriormente avisar de que los cálculos que realizan los expertos del mercado "se basan en hipótesis subjetivas". El secretario de la asociación expresó que la actividad bancaria se ha desarrollado hasta septiembre en unas condiciones económicas adversas y se quejó, una vez más, de la competencia desleal de algunas entidades como consecuencia de las ayudas públicas que han recibido para recapitalizarse. Indicó que la nueva normativa sobre solvencia a nivel internacional penalizará menos a los grupos españoles por sus menores riesgos. No en vano, alertó de que las incertidumbres no han desaparecido y que las dudas radican ahora en cómo el sistema financiero saldrá de la crisis.