Administración y empresa aún no se han reunido por falta de acuerdomadrid. El cierre de la fábrica de componentes de automoción de Delphi en Puerto Real está creando una polémica de unas dimensiones lo suficientemente grandes como para que el Gobierno tome cartas en el asunto.El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya ha puesto en marcha los mecanismos necesarios para crear un grupo de trabajo que dependerá de la presidencia del Gobierno y que trabajará conjuntamente con la Junta de Andalucía. Se trata de una oficina técnica y económica cuyo objetivo será estudiar pormenorizadamente el caso Delphi y buscará soluciones para los más de 1.600 trabajadores (y más de 4.000 familias) que viven de la planta gaditana.Así lo confirmó el ministro de Industria, Joan Clos, quien se reunió ayer con la Junta de Andalucía para estudiar la situación en Puerto Real, habida cuenta que el Gobierno podría tomar medidas políticas. Asimismo el presidente del Comité de empresa de Delphi, Antonio Pina, confirmó la creación de este grupo de trabajo, aunque señaló que de momento no hay fechas ni más detalles sobre su composición.Pina indicó que "el tiempo juega a nuestro favor", en relación al hecho de que la compañía no ha presentado de momento ningún expediente de cierre a la Junta de Andalucía.A la esperaPrecisamente por eso la estrategia de los trabajadores y de la Junta de Andalucía pasa ahora por esperar a que se concrete el grupo de trabajo y al próximo movimiento de la compañía, ya que consideran que de momento no está cumpliendo con la legalidad.Antonio Pina sostiene que la estrategia de la compañía es "intentar que la gente se ponga nerviosa", De hecho, señala que es probable que esta semana la línea de rodamientos se quede sin suministros, pero "la gente seguirá cumpliendo con sus obligaciones. La estrategia que monta Delphi se le escapa entre los dedos".La compañía, por su parte, insiste en que ellos no están incumpliendo ninguna ley, ya que "estamos dentro de los plazos, cumpliendo escrupulosamente con lo legal. Si estamos incumpliendo algo, que nos digan el qué", indican fuentes de la compañía en España. Con respecto a la polémica de los fuertes incentivos que perciben sus directivos, estas mismas fuentes recuerdan que "se dan por objetivos y se deciden en Estados Unidos. Es un plan que aprueban los acreedores, que quieren que la compañía vuelva a ser rentable", añaden.