Le piden varias garantías y condiciones a Leonora antes de dar el paso definitivomadrid. La venta de Air Comet al empresario holandés Arnold Leonora encara su recta final. Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual tendrá una reunión definitiva con el dueño de Air Transport Group el próximo 18 de diciembre para tomar una decisión irrevocable sobre si venden o no su aerolínea. Fuentes de la dirección de Air Comet aseguran a elEconomista que el grupo Marsans quiere comprobar en estos días la solvencia y la garantía de Leonora y que se comprometa a asumir una deuda cuyo importe final todavía no se ha concretado, aunque supera los 100 millones de euros, como mínimo. En la operación se incluye también la adquisición de la filial de Marsans especializada en leasing y alquiler de aviones. Denominada Astra, esta unidad de negocio posee las opciones de compra de seis A330-300, aviones de larga distancia cuyos derechos de preferencia pasarían al nuevo dueño en el caso de que se cierre la operación a mediados del próximo mes. Los 'A380' quedan fuera El resto de la flota que el grupo turístico español tenía apalabrada con el fabricante europeo no entraría en esta operación. Marsans también tenía reservadas opciones de compra del A320 para corto recorrido y del A380, el avión comercial más grande del mundo con capacidad para 555 pasajeros, pero es muy probable que Airbus las haya anulado al no ejercerse. Si se aprueba la compra, Arnold Leonora tendría el 55 por ciento del nuevo grupo, en espera de encontrar un socio industrial. Desde Marsans se asegura que no saben quién acompañará al empresario holandés en esta aventura. En principio, al ser una sociedad mayoritariamente holandesa, no tendría problemas con los derechos de vuelo en las rutas latinoamericanas, ya que el derecho comunitario protege a todos los países de la UE. De todas formas, hay países como Argentina y México, donde estos acuerdos bilaterales son entre países directamente y es más complicado cambiar de accionista. En estos casos, el resto de aerolíneas que compiten con Air Comet, como Air Europa e Iberia por ejemplo, podrían protestar si el accionista principal deja de ser español. De hecho, una de las razones por las que la fusión de British Airways e Iberia ha creado un holding que mantiene a ambas compañías en el ámbito nacional es para que la aerolínea española no tenga problemas en sus rutas a Buenos Aires y México D. F. Los despachos de abogados de ambas compañías prácticamente tienen ultimados todos los flecos de la operación, aunque todavía queda poner sobre la mesa una última valoración de activos para que Marsans de su visto bueno. La operación debería resolverse como muy tarde el 18 de diciembre, ya que la delicada situación de Air Comet, que incluso ha llegado a estar fuera del sistema de reservas Amadeus por falta de pago, le impide seguir operando mucho más tiempo.