MADRID. Los fonambulistas, pese a tener experiencia y estar entrenados, siempre corren el riesgo de caerse. Esa puntual sensación de vértigo es la misma que podría haber sentido la cúpula de Cementos Portland Valderrivas. La filial de FCC está al borde de incumplir algunos compromisos financieros que adquirió con sus bancos. Para no caer en ese abismo, la compañía ampliará capital por más de 200 millones de euros y efectuará desinveriones en activos que no son estratégicos. No obstante, ante el huracán económico, la cementera ha perdido el equilibro en el recorrido de esa cuerda. En un préstamo sindicado de 100 millones de euros que solicitó en diciembre de 2008, la filial incumplió unos ratios financieros el pasado mes de julio. Por el momento, los bancos le han concedido una tregua hasta el próximo examen que se efectuará a finales de diciembre, informó a la CNMV. Como no quiere volver a tropezar, Cementos Portland utilizará el dinero de la ampliación de capital y de la venta de sus fábricas en Argentina y Uruguay (135 millones de euros) para hacer los deberes con sus entidades financieras.