La Comisión Europea lanza una investigación en profundidad sobre la concentración musical bruselas. La Dirección General de Competencia de Bruselas se va a tomar su tiempo antes de decidir si la fusión entre los gigantes de la música grabada Sony y Bertelsman creará o no un grupo con una posición tan dominante que, junto a los otros mega sellos discográficos (Universal, Warner y EMI), ponga en peligro la libre competencia al acaparar tres cuartas partes del mercado mundial y aplaste la viabilidad del resto de sus rivales. Tras un primer análisis de la concentración, la Comisión Europea decidió ayer lanzar una investigación en profundidad antes de mojarse.David tiene en vilo a GoliatNo es para menos. En julio de 2004 Bruselas dio su bendición a la operación y dos años más tarde el Tribunal de la UE anulaba la decisión. Los jueces comunitarios dieron la razón a David (la asociación de las pequeñas discográficas independientes) contra Goliat (el matrimonio entre Sony y Bertelsmann suponía el nacimiento de un grupo que controlaba casi un cuarto del mercado planetario, apenas superado por Universal).Los jueces comunitarios no se pronunciaron en contra de la operación. Sencillamente coincidieron con Impala (el lobby de los sellos alternativos) en que la Comisión "no había demostrado de manera suficiente ni la inexistencia de una posición dominante colectiva anterior a la concentración, ni la ausencia de riesgo de creación de tal posición como resultado de la operación". La sentencia obligó a ambas discográficas a solicitar de nuevo autorización para unirse. Bruselas tiene ahora hasta julio para decidirse a vetar o autorizar la fusión.