La compañía catalana mantiene la esperanza de fusionarse con Autostrade pero si no lo consigue irá a por otros gruposMADRID. Todos los caminos de Abertis no llevan a Roma. La concesionaria catalana tiene músculo suficiente para crecer por sí misma por toda Europa, Canadá, Estados Unidos y Chile. En concreto, cuenta con un cheque de 10.750 millones de euros que prevé invertir en los próximos cuatro años en estos mercados, donde asegura haber detectado interesantes oportunidades de negocio.Un futuro que, sin embargo, la concesionaria preferiría construir junto a la italiana Autostrade. Ayer, en su presentación estratégica para los ejercicios 2007 a 2011, la concesionaria insistió en que "sigue trabajando para dar continuidad al proceso" de fusión con el grupo transalpino. Un matrimonio cuya unión definitiva dependerá, en gran parte, de las resoluciones que tome la Comisión Europea y del nuevo marco regulatorio de Italia.Salud financieraEl músculo financiero de Abertis procede de los 7.000 millones de euros de flujo de caja neto que prevé generar, más una capacidad de apalancamiento de 3.750 millones de euros. Sin embargo, el destino de este cheque serán proyectos muy concretos, donde Abertis siempre será el socios mayoritario o, al menos, el único socio industrial.Un requisito que ya impuso en la sociedad de autopistas Sanef, el grupo de aeropuertos TBI y la compañía de satélites Eutelsat, sus tres grandes operaciones de los últimos dos años y principales responsables del crecimiento del grupo durante el pasado ejercicio y los principales artífices del creciente peso internacional en las cuentas de la concesionaria. De hecho, casi la mitad del negocio de Abertis procede del exterior, con Francia como principal mercado internacional, ya que ahí genera el 37 por ciento de sus ingresos, en Reino Unido, consigue otro seis por ciento.Además, en 2006, la concesionaria catalana disparó un 75 por ciento sus ingresos, hasta 3.335 millones de euros; mientras que el beneficio bruto operativo (ebitda) creció un 74 por ciento, hasta 2.099 millones. Sin embargo, el beneficio neto sólo creció un 12 por ciento, debido al negativo impacto que ha tenido, para las cuentas del grupo, la adopción de las nuevas normas de contabilidad. Un cambio de reglas que ha impedido al grupo anotarse otros 42 millones de euros, que habría situado el crecimiento del beneficio en el 22 por ciento.No obstante, durante los próximos cinco años, este cambio contable, sumado a la reducción del impuesto de sociedad, tendrá un impacto positivo en las cuentas del grupo catalán de 200 millones de euros.