El presidente de la alemana desvelará el miércoles sus planes para seguir en la batalla por la españolamadrid. E.ON templa sus armas antes de presentar la batalla final por Endesa. La eléctrica alemana ha recibido un ataque en la linea de flotación de su operación de compra, ya que en apenas dos días, el gigante italiano se ha convertido en el primer accionista de Endesa.Enel se ha aprovechado de la decisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores de obligar a la alemana a fijar un precio definitivo por los títulos de Endesa para entrar con fuerza en el capital de la empresa española pagando apenas 25 céntimos de euro más por acción. Además de este dinero, la italiana recuperará 15 céntimos por la prima de asistencia a la junta de Endesa.La decisión de la CNMV, que en un primer momento tenía como objetivo beneficiar al pequeño accionista haciendo que la alemana no pudiera rebajar su precio, puede convertirse ahora en un serio perjuicio para los minoritarios. De hecho, el secretario de Economía del PP, Miguel Arias Cañete, lo advirtió ayer aunque se pasó, de largo, con el cálculo del perjuicio para estos accionistas.Por ese motivo, la eléctrica alemana considera que ahora es el momento de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. La institución que preside Manuel Conthe tendrá que ser la que decida si este cúmulo de operaciones se adaptan a la ley, así como si la actuación del Gobierno fue la correcta.El gigante eléctrico alemán no se quejará previsiblemente de la decisión de Conthe de obligarles a presentar su oferta en un sobre cerrado porque consideran que ese asunto ya es agua pasada, pero entre tanto buscan los puntos flacos de la operación de desembarco de Enel.La eléctrica alemana guardará silencio previsiblemente hasta el próximo miércoles cuando el presidente de la compañía, Wulf Bernotat, presente en Düsseldorf los resultados de la empresa. Esta cita, que hace apenas unos días se esperaba que fuera tranquila, abrirá previsiblemente las hostilidades entre dos de los mayores gigantes energéticos europeos.En Endesa, la llegada de la italiana también cogió por sorpresa. Según indican fuentes de la compañía, algunos de los principales ejecutivos estaban fuera de España cuando se conoció el desembarco de la italiana.Ahora los equipos jurídicos de la eléctrica estudian también los caminos posibles para que sus accionistas no salgan perjudicados de la operación de Enel.En estos momentos, la duda que existe es si la italiana debería haber solicitado primero permiso al Gobierno antes de realizar la compra de títulos.Con la entrada de Enel y Acciona, que casi han aglutinado ya el 50 por ciento del capital de Endesa, ya sólo un 38 por ciento del capital estaría en manos de los minoritarios y fondos de inversión.La mayor parte del capital de Endesa está en manos de accionistas estables: Enel con el 21,5 por ciento del capital, Acciona con el 21,4 por ciento, Caja Madrid con el 10 por ciento, Axa con el 5,3 por ciento y la Sepi con el 2,7 por ciento. En total, el 60,9 por ciento del capital social de la eléctrica.El resto se lo reparten entre 800.000 accionistas minoritarios y los fondos de inversión.Para bloquear la eliminación de los blindajes de la eléctrica, prácticamente ya se valdrían entre Acciona y Enel juntas.La CNMV pidió a la italiana que explicara los contactos que había mantenido en España y ésta únicamente desveló la reunión del pasado 16 de febrero con el ministro Clos y el jefe de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno, David Taguas.La duda ahora es si Enel se reunió también con Maite Costa. Acciona y Enel niegan tajantemente haber mantenido ninguna reunión para tratar este asunto.