La filial de Ferrovial ha hecho la mejor propuesta para construir y gestionar una vía de 2.600 millonesmadrid. En apenas tres años, Ferrovial ha construido su particular imperio en Estados Unidos. A través de su filial de concesiones, Cintra, el grupo español se ha convertido en el nuevo rey de las autopistas del país. Una corona que revalidó ayer, cuando fue elegido favorito para construir y gestionar una nueva vía rápida en Texas.Como adelantó elEconomista el lunes, el Departamento de Transporte de Texas (TxDOT) ha seleccionado la propuesta de Cintra para la SH-121, una autopista ubicada al norte de Dallas y valorada en 3.436 millones de dólares (2.600 millones de euros). Un faraónico proyecto que sólo necesita recibir el burocrático visto bueno de la Comisión de Transporte de Texas y unas licencias medioambientales para pertenecer, definitivamente, a Cintra.Construcción y gestiónPara hacerse con este proyecto, la empresa presidida por Rafael del Pino se ha aliado con un fondo asesorado por JP Morgan. Un matrimonio de conveniencia donde Cintra posee el 85 por ciento del capital y el grupo estadounidense, el otro 15 por ciento.Juntos, diseñarán, financiarán, construirán y operarán la futura autopistas durante medio siglo. Dividida en cinco segmentos, la SH-121 enlazará con la carretera interestatal I-35 y con la autopista US-75. De sus 41,6 kilómetros de longitud, 15,8 kilómetros son de nueva construcción; 11,5 kilómetros ya están en funcionamiento y serán transferidos a Cintra; mientras que los otros 14,6 kilómetros serán construidos por el Estado.La propuesta del grupo español prevé terminar las obras en 2011. A partir de entonces, empezará a explotar su segunda autopista en Texas, tras haberse adjudicado en verano las secciones 5 y 6 de la autopista SH-130, por 1.300 millones. Además, estas dos vías forman parte del Trans Texas Corridor o TTC-35, el corredor de transporte que atravesará el Estado de norte a sur, a lo largo de 1.300 kilómetros.Hace dos años, Cintra fue elegida socio estratégico del Gobierno para desarrollar todo este plan de infraestructuras. Desde entonces, sólo han salido a concurso dos proyectos, y ambos han caído en manos del grupo español. Pero el Trans Texas Corridor contempla múltiples adjudicaciones, y Cintra sólo aspira a conseguir cinco de ellas, con un volumen de inversión en torno a 6.000 millones de dólares. Esto significa que la filial de Ferrovial, prácticamente, ha cumplido ya su objetivo desde el punto de la inversión.Un rápido logro que no sacia el apetito del grupo, cuya clara apuesta por Estados Unidos le ha reportado ya varios frutos: Chicago Skyway, Indiana Toll Road, SH-130 y SH-121. Dicho de otro modo, Cintra ha ganado todas las privatizaciones en las que ha entrado en liza. Un curriculo difícil de mantener en el tiempo, ante la creciente competencia, pero que garantiza a la filial de Ferrovial su posición de liderazgo en el mercado de las infraestructuras estadounidenses. Además, en agosto de 2005, adquirió la constructora texana Webber, especializada en obra civil, por 220 millones.