madrid. Con un sándwich frío y un refresco junto al teclado y las pantallas de cotizaciones, los inversores no perdieron ojo a las acciones de Endesa en la sesión de ayer. Tras quedar suspendidas el martes por la tarde, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidió que volvieran a cotizar a las 15 horas. Aunque regresaron por debajo de los 38 euros -en la víspera habían cerrado a 38,12 euros-, los descensos apenas duraron unos minutos. El sistema se fue llenando de órdenes de compra, y el tono alcista se acabó imponiendo en una sesión en la que el ánimo de los parqués fue netamente vendedor. Al final, despidieron la jornada con una subida del 0,87 por ciento que condujo a los títulos hasta los 38,45 euros, aunque durante la sesión llegó a alcanzar un precio máximo de 38,53 euros. UBS pasa a la 'acción'Ese avance se vio acompañado por un elevado volumen de negociación. En total se movieron más de 25 millones de títulos de la eléctrica, el equivalente al 2,4 por ciento del capital de Endesa, cuando su media diaria durante este año se sitúa en los 13,5 millones de euros. Sin embargo, la actividad principal se concentró fuera del mercado abierto. Y, de nuevo, el protagonismo correspondió a UBS. Si el martes ya compró para la eléctrica italiana el 10 por ciento de Endesa a 39 euros por título, ayer intermedió operaciones con acciones de la eléctrica española por un valor superior a los 8.000 millones de euros, lo que hace suponer se siguió adelante con la orden recibida por parte de la transalpina. En concreto, UBS compró -posiblemente a grandes fondos de inversión- 108,9 millones de acciones y, después, vendió 107 millones de títulos -posiblemente a Enel-. De este modo, continúo con la orden que le dio Enel de adquirir hasta el 25 por ciento de Endesa.