La británica encargó 24 aviones '787' que cubrirían necesidades de la españolamadrid. Boeing puede entrar a la casa de Iberia una década después. La fusión de la aerolínea española con British Airways abre las puertas al fabricante americano tras muchos años sin lograr un pedido de la compañía aérea con sede en Madrid. Fuentes cercanas a Boeing aseguran a este periódico que el gigante aeronáutico con sede en Chicago se muestra "optimista por la fusión", después de que perdiera ante Airbus el último gran pedido de Iberia a comienzos de 2003, cuando eligió el A340-600, en detrimento del Boeing 777, para reforzar su flota de largo radio. De hecho, desde 2008, Iberia ha unificado toda su flota y ya no cuenta con los últimos jumbos y 757 que operaban para la compañía, ni con la flota de McDonell Douglas (fabricante norteamericano absorbido por Boeing en 1997), que también se ha ido retirando. Renovación paralizada Antes de la fusión, Iberia tenía entre manos una renovación de flota valorada entre 4.000 y 6.000 millones de euros. El objetivo de estos nuevos aviones era cubrir rutas transoceánicas, el negocio más rentable de la aerolínea española. Cuando todavía estaba decidiéndose entre el A350XWB de Airbus y el 787 Dreamliner de Boeing, el acuerdo para comenzar a negociar la fusión con British Airways se anunció en julio de 2008 y el pedido se paró. La razón principal era que el grupo británico ya tenía un pedido en marcha, que también incluía aviones para rutas de gran alcance: 12 A380 y 24 Boeing 787. Las mismas fuentes añaden a elEconomista que este pedido del fabricante norteamericano también se utilizará para nutrir las rutas de Iberia entre Europa y los grandes destinos latinoamericanos. Es de esperar que la decisión de la renovación de flota caerá en manos del director financiero de la nueva British-Iberia, Enrique Dupuy, que ha sido durante muchos años director financiero de la compañía de bandera española. Aunque Dupuy fue el que eligió en su día Airbus en vez de Boeing, lo hizo sobre todo por razones de unificación de flota. En el mundo aeronáutico, este ejecutivo cuenta con fama de muy buen negociador. El ejemplo de los A340-600, donde exprimió a ambos fabricantes hasta conseguir un precio ventajoso, le sirvió para colocarse esta vitola. En este nuevo escenario, en el que el gigante nace con duplicidad de marca, Dupuy deberá tomar la decisión de si el pedido que ya ha realizado British Airways surtirá o no a Iberia, una opción que tiene muchas posibilidades de cumplirse. Aunque conociendo sus antecedentes, igual Dupuy intenta apretar las tuercas otra vez a Boeing y Airbus para ajustar el precio. La duplicidad de flota también es una buena noticia para la filial de mantenimiento de Iberia, que en la actualidad ya hace trabajos para ambos gigantes aeronáuticos. Otra razón de peso por la cual Dupuy debería decantarse por mantener las dos marcas de aviones.