Se enfrentan al equipo gestor y paralizan el plan estratégico y la firma de alianzasmadrid. CajAstur y las cooperativas de ganaderos han arrastrado a Central Lechera Asturiana a una situación dramática. Con una participación conjunta del 67,29 por ciento del capital, han paralizado el plan estratégico de la compañía, enfrentándose de nuevo, tal y como sucedió hace un par de años, al equipo gestor, que encabeza el consejero delegado, Pedro Astals. El plan presentado por éste contempla la posibilidad de que la empresa, el mayor grupo lácteo español, estudie alianzas para ganar tamaño "en un mercado cada vez más competitivo". En los últimos años, Central Lechera Asturiana ha mantenido conversaciones para su posible integración con Leche Pascual y Puleva, además de recibir este mismo año una oferta de compra encabezada por los dueños de Gallina Blanca. El problema es que, en todos los casos, los cooperativistas, apoyados por la caja, se han opuesto de forma radical. Aunque tanto la láctea como la caja declinan pronunciarse, fuentes del sector reconocen que "si no se desbloquea la situación y la empresa adquiere tamaño suficiente para competir en el mercado, se producirá un declive paulatino". El resultado del grupo se redujo el año pasado un 40 por ciento, hasta 15,1 millones de euros, por los altos precios de la materia prima, el recrudecimiento de la competencia y la presión de la distribución.Uno de los grandes problemas de la empresa es que sus proveedores, los ganaderos asturianos, son a la vez sus principales accionistas. Y en muchas ocasiones prefieren cobrar un precio alto por la leche antes que la empresa incremente su rentabilidad.