El presidente de la británica dice que los accionistas esperan una subida de precio londres. La cúpula de BAA, la mayor companía de aeropuertos del mundo, volvió ayer a defender su proyecto. Pero esta vez fue diferente: su único auditorio eran periodistas espanoles, citados justo el día antes de que se cumpla el primer plazo para aceptar la opa de Ferrovial. Convencido de que el grupo vale mucho mas de los 810 peniques por acción ofrecidos por la espanola (que la valoran en 8.750 millones de libras o 12.500 millones de euros), Marcus Agius, presidente de BAA, puso en boca de sus accionistas la esperada subida de precio. "Creo que el mercado espera algún tipo de incremento", dijo. Y, aunque rehuyó dar una cifra aclaró que "necesitarían subirlo mucho". La cúpula de BAA ya rechazó un acercamiento de Goldman Sachs, que estaba dispuesto a pagar 870 peniques. La posibilidad de que el banco estadounidense presente una contraoferta tampoco fue descartada por el consejero delegado de la compañía, Mike Clasper, dejando ver que él, u otro grupo, podría acercarse al listón de 900 peniques que piden algunos accionistas, como Scottish Widows. Heathrow, joya de la corona de BAA, es el principal argumento de Clasper para rechazar la oferta de Ferrovial. Además de considerar al aeropuerto londinense una mina de diamantes, advirtió su temor a un cambio de mandos: "No me planteo que Heathrow pueda ser gestionado por unos directivos diferentes a los actuales", aseguró. Heathrow concentra una de cada siete operaciones aéreas y sus tarifas están reguladas por la Autoridad Civil Aérea. Dos argumentos que no impidieron a Margaret Swing, directora financiera de BAA, acusar a Ferrovial de querer aprovechar la fuerte actividad de BAA "para conseguir financiación a bajo coste". Una opción que la española rechaza.