La integración dará lugar a la cuarta caja catalana, que deberá reducir plantilla y oficinas para empezar a operarbarcelona. El nuevo mapa de cajas catalanas empieza a tomar forma tras los consejos de administración que ayer celebraron Caixa Penedés, la tercera más importante en la comunidad, y Caixa Laietana durante los que se aprobó la integración de las dos entidades. Esta unión, con Ricard Pagès, director general de Caixa Penedés, como hombre fuerte, daría lugar a la cuarta entidad, y por tanto más pequeña, en el nuevo panorama con unos activos conjuntos de 32.000 millones de euros, una plantilla cercana a las 4.000 personas y una red de más de 900 oficinas (ver gráfico). La intención de ambas direcciones es acelerar el proceso de fusión para que la nueva entidad empiece a funcionar durante el primer semestre del año y poder acceder a las ayudas del Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (Frob). Según fuentes del sector, ambas entidades pedirían al fondo estatal una cifra que oscila entre los 450 y los 500 millones de euros para llevar a cabo la fusión. Esta fusión, al igual que ocurre en los otros dos procesos en marcha, supondrá un ajuste importante tanto en la red de oficinas como en la plantilla. En principio, la fusión conllevaría el cierre de 190 oficinas y cerca de 500 empleados deberían abandonar la nueva caja. En un comunicado, las cajas aseguraron que "presentan muchas compatibilidades, hecho que contribuirá a simplificar el proceso de fusión llevándose a cabo en un tiempo relativamente rápido". Además, ambas destacaron que el hecho de que la propiedad de las sociedades filiales esté en manos de las propias cajas, elimina posibles problemas a la hora de fusionar las inmobiliarias, aseguradores, gestores de fondos o servicios informáticos. Con este proceso sería tres los que están en marcha en Cataluña. Por un lado Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa, y por otro la fusión de las cajas de Girona, Terrassa, Manlleu y Sabadell. Ahora se une la de Laietana y Penedés, con la que se reordenaría el sector, que pasaría de tener 10 cajas a contar con cuatro, entre las que estaría La Caixa, que ya ha descartado entrar en el baile de las fusiones, impulsado por el Banco de España y azuzado por el conseller Castells en Cataluña. Ayer mismo, Castells calificó de "satisfactorio" el proceso de fusiones entre las cajas catalanas y celebró que ya "se haya hecho lo más difícil".