Propuso ampliar las instalaciones francesas para 'robar' a España el montaje del avión 'A400M'Louis Gallois lo rechazó pero España teme que en el futuro se convierta en moneda de cambiomadrid. La filosofía del todo vale ha llegado a Airbus en un momento en el que la compañía está decidiendo su futuro con el plan de reestructuración Power 8. No sólo está en juego el futuro de las plantas, sino el reparto de la carga de trabajo y las quinielas se disparan. Una de las combinaciones que más afectaría a España estuvo a punto de fraguarse hace varios meses. "Cuando Louis Gallois fue nombrado presidente de Airbus en octubre de 2006, el Gobierno francés pidió al nuevo ejecutivo que trasladara la nueva planta de ensamblaje de Sevilla a Toulouse", explican fuentes cercanas al proceso.La factoría de San Pablo, en la capital andaluza, pertenece a la división de transporte militar de EADS y fue elegida como el centro de ensamblaje del A400M, el nuevo avión de transporte militar del que ya han pedido 192 unidades las fuerzas aéreas de 10 países. De estos, ocho naciones son socios de lanzamiento (Bélgica, Francia, Alemania, Luxemburgo, España, Turquía y el Reino Unido), y Sudáfrica y Malasia se han incorporado al programa después. Ahorro de costesLos franceses argumentaban su propuesta por el ahorro de costes que, según ellos, supondría fabricar el A400M en Toulouse. "Propusieron a Gallois ampliar la planta francesa un poco más para dar cabida al montaje del avión de transporte militar. El coste era muy inferior a los casi 300 millones de euros que se están invirtiendo en Sevilla para ampliar las instalaciones de San Pablo", añaden las mismas fuentes.El nuevo presidente de Airbus rechazó la propuesta pero, en las últimas semanas, y tras el revuelo que ha levantado el plan de saneamiento de la compañía, España teme que vuelvan a aparecer viejos fantasmas en el futuro.Echando mano del calendario, no es la primera vez que España tiene serios problemas con el programa A400M. Todo comenzó con la crisis del 11 de septiembre de 2001. Los atentados de las Torres Gemelas provocaron una hecatombe mundial en las aerolíneas. Como consecuencia de ello, los fabricantes aeronáuticos experimentaron un espectacular recorte de pedidos.Ante esta situación, Airbus pensó en diversificar sus productos y vio una alternativa en el A400M, un avión gestionado por EADS. Airbus creó AMC (Airbus Military Company), que es la compañía que gestiona el programa del avión de transporte militar.Esta decisión causó malestar en España. El entonces presidente de EADS Casa, Alberto Fernández, protestó por lo que consideraba un incumplimiento de los acuerdos de creación del gigante aeronáutico europeo, en los que se especificaba que este programa debía ser gestionado por la división de transporte militar, una filial que englobaba los activos de la antigua Construcciones Aeronáuticas (Casa).La dirección del programa acabó en Toulouse y Alberto Fernández dimitió. La propuesta francesa a Gallois reabre estas viejas heridas en el consorcio aeronáutico. El hipotético traspaso del montaje del A400M a Francia formaría parte de un plan para agrupar todos los aviones grandes en el país vecino y ensamblar todos los aparatos de pasillo único en Hamburgo.Un portavoz oficial de la compañía preguntado al respecto no quiso hacer ningún comentario sobre las presiones de Francia. Se limitó a señalar que "es muy difícil que el programa A400M de marcha atrás porque la planta está prácticamente acabada y el montaje se comenzará en breve".El consejo aprueba el 'Power 8'Y mientras que la guerra sucia continúa entre los socios de Airbus, el Power 8 resuelve sus últimos flecos. Ayer el Consejo de Administración de EADS aprobaba de forma unánime el plan pero todavía quedan detalles por resolver. Mañana miércoles el programa se discutirá en el consejo europeo de trabajos de Airbus y "más adelante con los representantes de los trabajadores", según recoje un comunicado oficial de la compañía.Se desconoce la fecha en la que se harán públicos todos los detalles. Una de las que se barajan es el próximo 9 de marzo, día en el que EADS presenta sus resultados. La compañía asegura que tras el plan de saneamiento, Airbus conseguirá un beneficio antes de impuestos de 2.100 millones de euros en 2010 y 5.000 millones de euros de cash flow acumulado hasta 2010. Hasta que no se conozca el plan definitivo, continúan las suspicacias. La última la publicó la revista alemana Focus, que aseguraba que Airbus planea aumentar la jornada laboral de sus trabajadores de 35 a 40 horas sin pagarles más.