Bruselas acusa a Alemania de favorecer el monopolio de su operador nacional sobre las redes ultra rápidas de Internetbruselas. La palabra vacaciones es muy sospechosa en la Comisión Europea. El ejecutivo comunitario lleva años empeñado en aguar la fiesta de las vacaciones fiscales vascas y ayer embistió contra las vacaciones legales en Alemania. No consiente que las autoridades autonómicas, caso del País Vasco, ni las nacionales, caso alemán, permitan que las empresas en su territorio se salten a la torera sus obligaciones de pagar impuestos como las demás, o de cumplir las normas para liberalizar el sector de las telecos.Bruselas abrió ayer expediente al Gobierno alemán por, presuntamente, favorecer a su operador nacional Deutsche Telekom frente a sus competidores en el mercado germano. Según la legislación comunitaria, la Comisión Europea y el propio regulador alemán del Mercado de las Telecomunicaciones, un operador que disfruta de una posición dominante debe permitir que sus rivales utilicen su red para que el consumidor sea libre de elegir entre varias empresas prestatarias de los servicios de telecomunicaciones. Eso sí, las compañías que quieran utilizar redes ajenas en lugar de invertir en tejer las suyas propias, deben pagar por el uso.Pero Berlín asegura desde el año pasado que Deutsche Telekom sólo invertirá en una multimillonaria red ultra rápida de tecnología VDSL si se la libera de la obligación legal de alquilarla a sus competidores. La conexión por cable VDSL permitirá acceder de manera simultánea a Internet de banda ancha, teléfono, televisión digital, etc. Berlín añade que su antiguo monopolio de los tiempos de la telefonía vocal es la única empresa capaz de desplegar esta infraestructura y, que si no lo hace, Alemania se quedará sin esta autopista de la información. Bruselas discrepa. Reding, comisaria de Sociedad de la Información, y Kroes, comisaria de Competencia, advierten que si se permite que Deustche Telekom ofrezca en exclusiva las conexiones ultra rápidas, la liberalización de las telecos en Alemania quedará en papel mojado: todos los clientes contratarán su conexiones con el operador histórico y el mercado volverá al monopolio también histórico. Bruselas asegura que el mercado y la competencia son las garantías de que se realizarán las inversiones para que Alemania disponga de su red VDSL y, además, esta no caiga en manos de un operador único con poder absoluto para decidir sobre precios y calidad del servicio.