El fabricante aeronáutico califica de estratégicas las factorías de Getafe, Illescas y Puerto RealSólo una decisión influida por el entorno político franco-alemán perjudicaría a la fábrica gaditanamadrid. La industria nacional puede respirar tranquila. Las plantas españolas de Airbus son "intocables" dentro del plan de reestructuración Power 8 que está ultimando el fabricante aeronáutico europeo. "El grupo considera estratégicas las factorías de Getafe, Illescas y Puerto Real y no las cerrará ni las pondrá en venta", explicaron a este periódico fuentes de la empresa. Airbus lleva varios meses analizando la viabilidad de sus 16 plantas europeas para localizar qué actividades se pueden subcontratar. De hecho, si en la actualidad se encarga a terceros el 20% de los aviones, cuando se aplique el Power 8 este porcentaje se incrementará hasta el 50%. El nuevo escenario beneficiaría a empresas de la industria auxiliar española como Aernnova y Sacesa porque conseguirían más carga de trabajo.Centros de excelenciaLas tres factorías españolas de Airbus aportan en la mayoría de sus actividades un valor añadido al que la compañía aeronáutica no está dispuesta a renunciar. Tanto Illescas (Toledo) como Puerto Real (Cádiz) son centros de excelencia y las instalaciones de Getafe (Madrid) están especializadas en ingeniería, diseño y fabricación (ver cuadro).La viabilidad empresarial de las plantas españolas contrasta con el pesimista futuro de otras factorías del grupo en Europa, donde se fabrican partes metálicas del avión construidas en aluminio, un material obsoleto que se sustituye cada vez más por fibra de carbono.De hecho, el nuevo avión A350 va a tener mucho más porcentaje de fibra de carbono. Las alas, por ejemplo, se fabricaron en el pasado completamente de aluminio en la factoría británica de Filton. Tras la salida del capital de Airbus de British Aerospace, que vendió a EADS su 20 por ciento, el fabricante aeronáutico europeo ya no tiene compromisos políticos con el Gobierno británico y puede exigir a la factorías de las islas el mismo nivel tecnológico que el resto. Si no lo logran, las partes de las alas que se elaboren en fibra de carbono podrían suponer mayor carga de trabajo para España y Alemania.Algo similar ocurre en algunos centros de trabajo alemanes, como Varel y Nordenham, que no han avanzado tecnológicamente. Por contra, el gran valor añadido germano es que se ha subido desde hace varios años al carro de la fibra de carbono, creando un centro de excelencia en Stade que nada tiene que envidiar a Illescas. "España ha pasado de liderar la tecnología de fibra de carbono a compartirla con otro país", señala un experto aeronáutico.Ayer la prensa francesa aseguraba que Airbus quiere ceder diez plantas: cuatro alemanas, cuatro francesas, una británica y la española Puerto Real. "A día de hoy, el futuro de la factoría gaditana no está en peligro", confirman desde la compañía aeronáutica.Presiones políticasPero la semana que viene va a ser crucial en el futuro del Power 8. Si las decisión se toma única y exclusivamente por razones políticas, Puerto Real se vería perjudicada. Si se valora la productividad de las plantas, España se salvará.Lo que la industria nacional no podrá evitar es algunos recortes de puestos de trabajo. El rotativo galo Les Echos hablaba ayer de 1.000 empleados, pero la cifra estará más cercana la que se ha estado barajando durante los últimos días: alrededor de 300 trabajadores, un 10% de la plantilla total de Airbus en España. El resto, hasta 10.000 empleados, se lo repartirán entre Francia, Alemania y Reino Unido.