El grupo no desmiente su interés en ayudar a Philip Morris a comprar Imperial Tobaccomadrid. El último ejercicio no marcará posiblemente ningún hito en la historia de Altadis. La política fiscal del Gobierno, que se negó durante meses a imponer un impuesto mínimo a la venta de cigarrillos, provocó una guerra de precios en el mercado que ha dejado a la compañía en una situación complicada. Su beneficio neto cayó en 2006 un 21,5 por ciento, hasta 453 millones de euros. Las ventas de la sociedad alcanzaron el pasado año los 3.970,1 millones de euros, un 3,4 por ciento. Y es que, al margen de sufrir la política fiscal del Gobierno, la tabacalera se ha tenido que enfrentar también a un año complicado por la entrada en vigor de la ley contra el tabaco en España y las subidas impositivas aplicadas con posterioridad. Claro que no todo son malas noticias. "El excelente comportamiento en cigarros, las actividades de cigarrillos en Marruecos y de logística tabaquera en Italia, y la rápida respuesta de los programas de ahorro de costes, compensan parcialmente el impacto negativo de la situación en España", señaló la compañía, cuyas acciones cayeron un 0,74 por ciento, hasta los 38,76 euros por título.El presidente de la compañía compareció ante los analistas para explicar los resultados, pero no quiso comentar el posible interés de la empresa por adquirir parte de los activos que Philip Morris le ha propuesto quedarser para poder comprar Imperial Tobacco. No lo comentó, pero tampoco lo desmintió. Tal y como adelantó elEconomista el pasado miércoles, la compañía norteamericana, dueña de Marlboro y Chesterfield, ha contactado ya con bancos de inversión para conocer la disponibilidad de la hispano-francesa a quedarse con parte de los activos de la británica. Según el banco de inversión JP Morgan, Philip Morris podría pgar 19.000 millones de libras (28.200 millones de euros).