madrid. La nueva Gamesa Aeronáutica, que se escindió de Gamesa el pasado 25 de abril, nace con una carga de trabajo de "entre cinco y ocho años de contratos", adelantó ayer el promotor industrial del proyecto, Juan Ignacio López Gandásegui, ex consejero delegado de Gamesa y futuro presidente de la nueva compañía aeronáutica, especializada en el diseño y fabricación de estructuras.Gamesa Aeronáutica fue comprada por Synergy Industry and Technology, que pagó 45 millones de euros y asumió una deuda de 315 millones de euros. La nueva sociedad cuenta con un capital social de 101 millones de euros, y su accionariado está repartido entre Banco Espíritu Santo, 15 por ciento; EBN Banco, 11 por ciento; Lesepair, 11 por ciento; Grupo Isolux, un 11 por ciento; directivos, un 9 por ciento; López Gandásegui, un 20 por ciento y Caja Castilla La Mancha, un 23 por ciento.El equipo gestor respetará la plantilla de 2.640 trabajadores y todas las plantas de trabajo. Gamesa Aeronáutica, que cambiará de nombre, estudia la firma de nuevo contratos con Boeing y Airbus.Los gigantes de la aviación comercial están diseñando sus dos nuevos proyectos estrella: el Boeing 787 Dreamliner y el A350 del grupo europeo. Gamesa Aeronáutica ya sabe lo que es colaborar con ellos. Está presente en el programa A380, el avión comercial más grande del mundo, y en el nuevo carguero 747 de la empresa de EE UU.