El grupo francés y Nissan rechazan asociarse con la alemananueva york. Desde que Chrysler diera a conocer su plan de reestructuración y la sangría económica que sufren sus cuentas, el alemán DaimlerChrysler, patriarca automovilístico de la estadounidense, sopesa la posibilidad de deshacerse de su socio al otro lado del océano Atlántico. Una marea de rumores sobre posibles compradores ha invadido los medios y el último en desmentir su interés por el grupo norteamericano ha sido la alianza formada por el nipón Nissan y el francés, Renault. Según publicaba The Wall Street Journal, en una reunión la pasada semana en Londres, el director financiero de Renault, Thierry Moulonguet, dejó claro a un grupo de inversores que Renault y Nissan no están interesadas en expandir su alianza para incluir a Chrysler, bien fuera con una participación en la estadounidense o una adquisición completa. Los ojos se centraron en Nissan y Renault como potenciales interesados en el tercer fabricante de coches más importante de Estados Unidos después de los desesperados intentos de ambas compañías por encontrar un socio norteamericano, que idealmente tenía General Motors como primera opción, aunque finalmente las conversaciones cayeron en saco roto. Actualmente, el presidente de Renault y Nissan, Carlos Ghosn, considera que Chrysler sería un "socio menos atractivo" que GM. El rechazo del francés y su aliado japonés podría suponer un duro golpe para DaimlerChrysler, ya que la deliberada falta de interés pone de manifiesto que a la alemana le costará bastante obtener un buen precio por su unidad estadounidense. De momento los analistas y expertos del sector calculan que Chrysler podría cambiarse por una cantidad situada entre los 6.600 millones de dólares y los 9.200 millones de dólares, una cantidad bastante menor a la registrada en 1998, cuando Chrysler se valoró en 35.000 millones de dólares durante la fusión que dio lugar al conglomerado DaimlerChrysler.s Más información sobre este tema en www.eleconomista.es