La oficina del usuario de telefonía remite a Consumo y éste a una Junta ArbitralLa oficina del usuario de telefonía que creó el Ministerio de Industria no funciona. Y pasa de largo del mayor problema que ha acometido desde su creación: la subida de tarifas de las tres compañías tradicinales en respuesta a la prohibición del redondeo. Ante las reclamaciones, dicha oficina se lava las manos y manda la pelota a Consumo, que recomienda acudir a una Junta Arbitral de Consumo. Las operadoras defienden que entregan el móvil por un módico precio a cambio de un contrato de permanencia y que, si se rompe, debe pagarse una penalización, aunque desde Consumo se advierte que "no puede cobrarse ese importe". La mitad de las reclamaciones se ganan en la Junta Arbitral. Cuatro de cada diez quejas tienen que ver con altas, bajas y cambio de operador. empresas & finanzas P5