Vodafone y Orange lastran sus cuentas en suelo español y Telefónica teme lo mismoMADRID. La crisis golpea a la industria de la telefonía móvil con mucha mayor intensidad en España que en el resto de Europa. Al menos así se desprende de las cuentas que ayer presentó el Grupo Vodafone, y casi lo mismo sucedió la semana pasada con los resultados de Orange. Idéntica tendencia se puede confirmar el próximo jueves, ya que los analistas apuntan que Telefónica (Movistar) seguirá idénticos pasos que sus más directos competidores europeos. España sale muy mal parada en las comparaciones con el resto del mundo, no sólo por el impacto de la reducción del consumo doméstico y empresarial en actividades de telecomunicaciones, sino también por la agresividad comercial y los efectos regulatorios que se producen en este país de forma especialmente diferenciada. De hecho, los principales operadores han sufrido lo indecible en el último año para equilibrar la caída de los ingresos por servicios con incrementos en el tráfico de datos, a través de las conexiones de banda ancha para portátiles. Si la semana pasada fue Orange quien redujo sus ingresos en España el 4,8 por ciento, mucho más que en otros países, el desplome de los ingresos por servicios de Vodafone durante el primer semestre de su ejercicio fue del 7,5 por ciento, frente a las caídas del 4,8 por ciento en Alemania , el 5,7 en el Reino Unido o el incremento del 2,3 por ciento en Italia. No es la primera vez que esto sucede en el grupo que preside Vittorio Colao, pese a que los datos muestran ahora una lectura positiva: ya se ha tocado fondo y se comienza a recuperar terreno. Para compensar el disgusto, el ebitda descubre conclusiones alentadoras en Vodafone España. Los ingresos por servicios de la filial española fueron de 3.114 millones de euros entre los pasados 1 de abril y 30 de septiembre. Este descenso del negocio es ligeramente inferior al registrado en el primer trimestre, lo que invita de alguna forma al optimismo. Los motores de crecimiento de Vodafone en España fueron la apuesta por el negocio fijo, el crecimiento de los ingresos por datos (banda ancha en movilidad) y la recuperación del negocio tradicional de voz, gracias a las ambiciosas ofertas comerciales de tarifas planas. Francisco Román, presidente de Vodafone España, se mostró ayer satisfecho por el margen de ebitda, fijado en el 36,4 por ciento. Este logro fue posible gracias al esfuerzo de la filial en la contención de gastos del 6,8 por ciento. Estos recortes se concentraron en las tareas de mantenimiento de la estructura, en las áreas comerciales y los costes de interconexión. Román señaló que el entorno económico sigue siendo de dificultad en España, al tiempo que se mostró cauto a la hora de señalar la existencia de signos alentadores. Pese a ello, "tampoco estamos viendo empeoramiento", dijo. El presidente de Vodafone España eludió realizar comentarios sobre el crecimiento en el negocio del ADSL o telefonía fija a través de adquisiciones. "Estamos muy satisfechos con la posicion actual, con el crecimiento que tenemos y eso es lo que puedo decir", indicó Román a pregunta de elEconomista. La filial española de la multinacional británica ya supera los 17 millones de clientes, de los que 78.000 fueron nuevas altas incorporadas en el último trimestre. De esta cartera, el 60 por ciento corresponde a clientes de contrato, tres puntos porcentuales más que hace tres meses. Por su parte, el negocio del ADSL ya supera el medio millón de clientes. Entre las mejores noticias del operador sobresale el negocio de Internet en el móvil, cuyos ingresos han crecido en un 6,7 por ciento, frente al mismo semestre del año anterior. Vodafone España también anunció la multiplicación de la velocidad por tres, sin incremento de precio, a través de la tecnología HSDPA+. El nuevo despliegue está operativo en las siete principales ciudades españolas. Esta nueva vuelta de tuerca tecnológica en las redes inalámbricas coincidió con la propuesta que horas antes presentó Telefónica.