Madrid. El Banco de España lo pone negro sobre blanco. No duda de la estabilidad de nuestro sistema financiero, pero advierte de que un muchas cajas de ahorros necesitará ayudas para resistir los envites de la crisis económica. En su último informe de estabilidad, publicado ayer, no deja lugar a dudas, y sostiene que un "número significativo" de entidades cuentan con incertidumbres sobre su rentabilidad del negocio, por lo que espera que en los próximos meses sea "imprescindible" un uso intensivo del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), dotado con hasta 99.000 millones de euros. De ahí, que el regulador que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez, insista en la urgencia de que las instituciones financieras lleven a cabo procesos de fusión, suficientes para encarar los retos que presenta el próximo año. Ya el presidente de patronal de cajas de ahorros, Juan Ramón Quintás, apuntó hace meses a la posibilidad de que el sistema español entrara en pérdidas en 2010, como consecuencia de la bajada de los márgenes de explotación, por la caída del negocio, y la subida de los impagos. El conjunto de las entidades, según el supervisor, todavía cuenta con una resistencia para absorber las pérdidas asociadas del sector inmobiliario. Y lo cifra. Asegura que con el margen de explotación esperable para 2009, 2010 y 2011, el sistema podría hacer frente a 40 por ciento de la tasa de impagos, tres veces superior a la registrada en la crisis de 1993. Es más, manifiesta que el colchón aún es mayor, ya que en estos cálculos no se contemplan los fondos ya existentes para combatir las insolvencias, que asciende a 50.000 millones de euros. La capacidad, no obstante, depende de cada entidad y su política de riesgos. El Banco de España estima que la morosidad seguirá subiendo hasta que se reactive la economía, aunque destaca que la tendencia de crecimiento se suavizará. Es decir, que crecerá a ritmos inferiores, tal y como ha sucedido en verano. No en vano, matiza que "se incrementará en función de la medida en que persista el deterioro de la economía real y del empleo". Ante las incertidumbres, el regulador opina que las cuentas de resultados , "con diferente intensidad", siguen presionadas a la baja. Si bien, resalta que hasta la primera mitad de 2009 han de considerarse "positivos". Subraya , además, el aumento de la solvencia del sector en el último año. Aunque no sale explícitamente en defensa de las entidades de nuestro país, el Banco de España niega veladamente las acusaciones vertidas por parte de algunos bancos de inversión y agencias de calificación crediticia sobre la publicación real de las tasas de impagos. "Las provisiones han permitido amortiguar el impacto de la morosidad, especialmente en los momentos de iniciales de su repunte. Esto no significa que retrasar el reconocimiento de la morosidad en los resultados, sino al contrario", explica el supervisor.