La entidad abona un sobreprecio en relación a la media de los grandes bancos de EEUUMADRID. "Estamos muy sorprendidos". Ésta era la reacción de la mayoría de los bancos de inversión cuando se les preguntaba por la compra de BBVA en Estados Unidos por 7.400 millones de euros. "No esperábamos que Francisco González, presidente de BBVA, moviera ficha tan pronto después de que en noviembre hubiese hecho una ampliación de capital para reforzar estructura de balance", comentó Alicia Jiménez, directora de análisis de Seft Trade Bank.A pesar de que los expertos consideran que es una buena adquisición, porque se consolida como el primer banco no estadounidense de Texas, los expertos creen que las sinergias sólo se pueden ver a medio plazo. "La transacción tendrá un impacto negativo inicial en el beneficio por acción durante el 2008 y el 2009 del 1,12 por ciento y del 0,67 por ciento, respectivamente, aunque se espera que tenga un impacto positivo en el 2010, en torno al 0,22 por ciento", dice Norbolsa.Ademas, los expertos creen que el banco ha comprado caro. "Representa una prima de cotización del 16 por ciento sobre la media de los últimos diez días", explica Ofelia Marín, directora de análisis de Banca March. A esto se une que BBVA ha pagado por la entidad unos ratios superiores a los de sus homólogos, otro hecho que tampoco ha sido bien acogido en el parqué. "El precio de compra es alto: ha adquirido una empresa con un PER (veces que el beneficio está incluido en el precio de la acción) de 21 veces, casi el doble de lo que cotiza BBVA, que tiene un PER de 11 veces", comenta Alberto Alonso, gestor de renta variable de Inversis Banco. Hay que tener en cuenta que, como norma general, una entidad es más atractiva cuanto más bajo tiene ese ratio. De hecho, si se analiza el PER medio de las principales entidades de Estados Unidos con más de 1.000 millones de euros, éste ronda las 17,5 veces para 2007, según el consenso de mercado, que recoge FactSet.Sin embargo, a favor de BBVA hay que decir que las entidades americanas tienen uno ratios superiores porque son unos bancos con negocios mucho más maduros y estables. Por eso, presentan unos crecimientos inferiores a los europeos, que tienen todavía más potencial de crecimiento en los próximos ejercicios. "Este diferencial es el que justifica la diferencia de PER entre las dos entidades", comenta Julio Carrió, experto de la firma de inversión Banco Urquijo.