Los expertos creen que los ejecutivos no han sabido ganarse el favor del juradonueva york. La suerte no parece estar del lado del fundador de Enron Kenneth Lay ni del ex consejero de la compañía, Jeffrey Skilling entre las paredes del tribunal de Houston en el que tiene lugar el juicio corporativo del siglo. Ayer daba comienzo la fase final del proceso, con el cierre de argumentos antes de la deliberación del jurado. Según señalan los expertos tanto Lay como Skilling no han jugado bien sus cartas, ya que todo parece señalar que la acusación ha sabido acorralarlos durante sendas declaraciones. Los expertos coinciden en afirmar que en ningún momento los cabecillas de Enron han sabido ganarse el favor del jurado y sostener su versión de haber sido víctimas de la canibalización de medios de comunicación y de la repentina "estampida" de inversores, que provocaron pérdidas de 60.000 millones de dólares. El juez encargado del caso, Sim Lake, también se ha encargado de dejar claro al jurado que la "deliberada ignorancia" del fraude en el colapso de la compañía energética a finales de 2001 no constituye una defensa justificable.La postura de la fiscalía que ha acusado a Lay y a Skilling de ser conocedores de todas las tramas financieras y haber hecho oídos sordos a las señales parece haber sido honesta y convincente. La defensa ha intentado convencer al jurado de que no sólo Lay y Skilling son inocentes sino que no hubo ningún tipo de crimen dentro de Enron, excepto los millones de dólares que el ex director financiero de Enron, Andrew Fastow, que actualmente cumple condena, se embolsó. La imposibilidad de la defensa de subir al estrado ningún alto ejecutivo le ha impedido mantener su teoría, con lo que Lay y Skilling han tenido que hacerla creíble a con sus testimonios, algo que según los expertos legales no han sabido llevar a cabo.