Las marcas chinas e indias que entren en España se fijarán en este colectivomadrid. Los fabricantes automovilísticos han empezado a tomar medidas ante el potencial que tiene la población inmigrante. En el caso de España destaca el caso del Dacia Logan, de Renault como coche de bajo coste, asequible por tanto para estas economías. Algunos fabricantes, como es el caso de Toyota, se han interesado por el segmento de los coches de bajo coste para aumentar sus ventas. Las marcas que quieren introducirse en el mercado nacional tienen en este grupo de población una buena oportunidad. Son sobre todo las marcas chinas y las indias. Entre las primeras destaca Landwind, conocida últimamente por unas pruebas de choque en las que su modelo 4WD tuvo un pobre resultado. La marca retrasó, probablemente hasta el verano, la venta de este coche para realizar modificaciones y mejorar su seguridad. La también china Geely también venderá coches de bajo coste, principalmente berlinas, aunque más tarde que Landwind.Entre las indias destaca Tata, que ya lleva años en España y que importa el grupo de automoción Berge. También está Mahindra, la marca que más coches vende en su mercado desde 1985. Sólo produce vehículos todoterreno. Llegará a España el año que viene también de la mano del Grupo Sino.La gran mayoría llegan a España buscando trabajo, y tienen similares necesidades de movilidad. Por eso, los inmigrantes tiene una tasa de motorización similar al resto de la población, estimada en unos 400 vehículos por cada 1.000 habitantes.Usados en 2005El año pasado este colectivo movió en España una cifra cercana a los 400.000 automóviles de segunda mano, casi un tercio de todos los vendidos en España, según las estimaciones que ha hecho la Federación de Asociaciones de Concesionarios, Faconauto.Un 95 por ciento de estos vehículos de segunda mano tienen una edad media de entre ocho y nueve años, son de gran tamaño, de carácter familiar, y con un precio medio que ronda los 4.000 euros. Faconauto espera que este volumen crezca en los próximos años, debido principalmente a la regularización de inmigrantes, la implantación de la matrícula única y la extensión de las garantías.Según los datos difundidos a principios de año, el mercado de coches de segunda mano fue de 1,4 millones de unidades, prácticamente uno usado por cada coche nuevo que se matriculó. De acuerdo con las estimaciones de Faconauto, los inmigrantes cuentan con un potencial de compra de 1,4 millones de unidades.