madrid. Parmalat no gana para disgutos con Clesa. A falta de que se concrete el plan de viabilidad, que supondrá el cierre de varias planats de la láctea española y la presentación de un expediente de regulación de empleo (ERE), las cuentas de la compañía siguen sin salir. Durante el primer trimestre del año, las ventas se elevaron a 45,8 millones de euros, lo que supuso un 7,4 por ciento menos que en el mismo periodo del año anterior. Pero lo que es peor es que el resultado bruto operativo (ebitda) cayó un 83 por ciento, hasta 500.000 euros. La empresa está perdiendo cuota de mercado de forma alarmante y, o la situación cambia radicalmente, o, en breve, podría entrar en pérdidas. A pesar de ello, Parmalat ha aumentado sus ganancias un 18 por ciento.