Los relojes Racer, Aguirre Newman o Adolfo Domínguez preparan su llegadamadrid. Brasil es la gran apuesta española para la próxima década. Los planes de infraestructuras del presidente Lula da Silva, así como la energía, van a ser dos de los principales vectores de crecimiento de las inversiones españolas en el país. España es el segundo inversor en Brasil, por detrás de Estados Unidos, con más de 33.000 millones de euros acumulados. Las principales multinacionales españolas quieren seguir reforzándose, más aún después de haber ganado Río de Janeiro la celebración de los Juegos Olímpicos. Ferrovial ha mostrado su interés por participar en las privatizaciones de aeropuertos que quiere llevar a cabo el Gobierno carioca, siguiendo así la senda de OHL, que se ha hecho ya fuerte en el sector de las autopistas. El millonario programa del tren bala ha llamado la atención de gran parte de las empresas del sector: Talgo, Elecnor o Siemens trabajan para intentar desbancar a duros competidores como los consorcios formados por los franceses con Alstom o los japoneses. Entrentanto, Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) ha logrado ya suministrar ocho unidades de cercanías a la Companhia Paulista de Trenes Metropolitanos de São Paulo, como continuación al contrato adjudicado el año pasado de 40 unidades de cercanías por un montante de 105 millones. En el sector financiero, además del reciente acuerdo de Mapfre con el Banco do Brasil para vender diversos seguros; el Banco Santander acaba de colocar en bolsa el 15 por ciento del Banco Real para financiar su crecimiento en la zona. La filial brasileña ha hecho pública su intención de abrir 600 nuevas agencias en las regiones del sur y del sudeste antes del año 2013. Prosegur ha adquirido Norsergel Vigilancia e Transporte de Valores, por unos 58 millones de euros y la asunción de las deudas de la empresa. La compañía podrá aprovechar su situación para los contratos venideros de acontecimientos como el Mundial de Fútbol y las Olimpiadas. Telefónica, que también puede aprovechar ambos hitos, encara una posible guerra de opas con Vivendi por hacerse con GVT, una pequeña operadora del sur del país que serviría para reforzar a la compañía en Internet. Alestis ha conseguido dos contratos con Embraer que le han permitido instalar su primera planta de composites en el complejo de São José dos Campos, junto a la planta principal, y el centro de diseño e ingeniería de la brasileña, tercer fabricante de aviones más importante del mundo, tras Boeing y EADS. Abengoa Brasil va a asumir el control de Manaus Transmissora de Energía, el consorcio ganador de las líneas de transmisión eléctrica que unen Tucuruí-Manaus-Macapá y que supondrán inversiones de 1.200 millones de reales. El grupo Gonvarri prepara también una planta industrial que ya tiene encargadas 400 torres para la compañía danesa Vestas. Iberdrola maneja también un importante programa de inversiones en centrales hidraúlicas, así como en energías renovables, al igual que el empresario Manuel Jové con su vehículo de inversión, Inveravante, y Enrique Bañuelos sigue creciendo en el sector inmobiliario. Grifols, los relojes Racer o Aguirre Newman también están interesados en crecer en el mercado carioca, así como la cadena de moda gallega Adolfo Domínguez, que desembarcará el próximo año con el grupo Cinecolor -que ya era su socio en Chile- para abrir 25 establecimientos en los próximos cinco años. La primera tienda se inaugurará en Sao Paolo, en concreto en la calle Oscar Freire, una de las más representativas. Aena, Aguas de Barcelona, BBVA, Cepsa, Endesa, Dragados, Planeta, Prisa, FCC, Gas Natural, Iberia, Natra, Viscofan, Tavex Algodonera, Sol Meliá, Barceló y el Canal de Isabel II son algunas de las compañías que están en la zona y quieren seguir creciendo.