La española sigue adelante en su matrimonio con AutostradeMadrid. Nunca tiró la toalla. Al contrario, Abertis siempre ha mantenido viva su fusión con Autostrade, hasta el punto de confiar en poder sellar el matrimonio este año. "El proceso sigue, a pesar de que hay condicionantes externos como la regulación italiana", reconoció ayer Josep Martínez Vila, director general de Gestión Corporativa de Abertis. ¿Para cuándo el desenlace?, le preguntaron los periodista, "debería ser este año", respondió sin pestañear.La concesionaria catalana siempre ha confiado en poder cerrar su gran operación, que le convertiría en líder mundial indiscutible de las infraestructuras. Pero las circunstancias le han obligado a jugar al despite y buscar una vía alternativa para terminar llegando al mismo destino.Juego de estrategiaFue el pasado diciembre cuando Abertis y Autostrade anunciaron que dejaban aparcada su fusión. Las trabas que estaba poniendo el Gobierno italiano, capitaneadas por el polémico ministro de Infraestructuras, Antonio Di Pietro, estaban haciendo derrapar el proyecto.El tiempo también se les había echado encima. El calendario de la fusión contemplaba que debían consumar el matrimonio antes de cerrar 2006. Entonces vieron la posibilidad de alargar los plazos hasta febrero, cuando se cierran definitivamente las cuentas de ese ejercicio. Posibilidad que estuvo sobre la mesa hasta el último momento. Pero el enrarecido ambiente que se había creada en Italia, unido a las presiones que, día a día, soportaban los accionistas de Autostrade (con la multicolor familia Benetton al frente) aconsejaron un cambio de estrategia: echar el freno a ese proyecto de fusión y arrancar otro que no estuviera condicionado por ningún calendario.El resultado era el mismo; sólo cambiaba la forma: en vez de intentar alargar el calendario de la fusión, la aparcaban temporalmente. Pero, en ambos casos, seguían negociando para sacar adelante el proyecto. Las aguas vuelven a su cauceEl tiempo ha terminado dando la razón a Abertis y Autostrade. La semana pasada, Neelie Kroes, comisaria de Competencia, sentenció que este matrimonio garantiza todas las inversiones que Autostrade tiene comprometidas con el Ejecutivo italiano (uno de los puntos negros argumentados por Di Pietro). Además, en las próximas semanas se espera que Charlie McCreevy, comisario de Mercado Interior, dé otro tirón de orejas al Gobierno transalpino.Al respaldo de Bruselas se suma la división del Ejecutivo de Prodi y las ampollas que ha levantado entre los inversores extranjeros y las concesionarias italianas la actitud de Di Pietro hacia esta fusión, ya que genera gran incertidumbre a toda la familia empresarial.