El presidente de Cepsa, como buen aficionado a la táctica, no pierde ocasión de jugar al dominóA principios de 2009 un gran gasoducto unirá a través del Mediterráneo los yacimientos de gas argelinos con España. Se llamará Medgaz y será, sin duda, uno de los grandes legados de Carlos Pérez de Bricio a Cepsa, la petrolera que preside.Al primer ejecutivo de esta compañía le gusta recordar que la idea de esta obra faraónica surgió durante unas vacaciones en Alicante. Pérez de Bricio y el ministro argelino de Energía, Chakib Khelil, charlaban amigablemente sobre el futuro del negocio energético y se plantearon la posibilidad de retomar un proyecto que llevaba años en el cajón por falta de tecnología.Pérez de Bricio culminará este mismo año una trayectoria de casi once años al frente de Cepsa. Llegó a la presidencia en mayo de 1996 y desde entonces la empresa no ha dejado de crecer. Desde su desembarco hasta 2005 su gestión ha sido brillante: ha invertido 5.244 millones de euros, el dividedendo se ha incrementado un 420 por ciento y la capitalización de la empresa ha crecido un 657 por ciento hasta los 15.900 millones de euros, frente a los apenas 2.100 millones que valía en 1996. La única nota discordante sigue siendo el conflicto con los gasolineros.El presidente de Cepsa ha sabido además capear una auténtica tormenta. La disputa arbitral entre el Santander y Total no afectó a la marcha de la empresa gracias al tesón de Pérez de Bricio, que supo mantener siempre la equidistancia entre ambas partes hasta que ésta se resolvió dándole el control de la empresa a la petrolera francesa.El primer ejecutivo de Cepsa ha sabido siempre remar hacia adelante, quizás porque esa ha sido una de las grandes pasiones deportivas de su vida. Ahora, no obstante, prefiere algo más tranquilo y cuando puede no se pierde una buena partida de dominó.A sus casi 80 años, al presidente de Cepsa le apasiona la conducción y cuentan los allegados que no es raro verle al volante de un automóvil, quizás por eso es también consejero de Citroën Hispania.Pérez de Bricio ha ocupado las presidencias de Mecánicas Asociadas, Celulosas de Asturias y Sniace y ha pertenecido a los consejos de administración de Macosa y de Carburos Metálicos. Su relación con las empresas del sector del metal, le llevaron en 1978 a fundar y presidir la Confederación Empresarial del Metal (Confemetal), tras abandonar el cargo de ministro de Industria. Esta asociación le aupó también a la vicepresidencia de la CEOE. En la actualidad mantiene ambos puestos, aunque el próximo 14 de febrero, la Junta de la CEOE decidirá la sustitución de José María Cuevas por Gerardo Díaz Ferran, coincidiendo también casualmente con el relevo al frente de Total.En diciembre de 1975 fue nombrado ministro del primer gobierno de la Monarquía y continuó después con Adolfo Suárez. Años antes, en 1968 había sido el primer presidente y fundador de Unesid, la patronal de las empresas siderúrgicas, para pasar en 1969 al cargo de Director General de Industrias Siderometalúrgicas y Navales del Ministerio de Industria. Pérez de Bricio nació en Madrid el 31 de diciembre de 1927. Pertenece al Cuerpo Superior de Inspección de Finanzas, siendo nombrado Subdirector de Aduanas en enero de 1964.