Los recortes podrían afectar a la fábrica que la farmacéutica tiene en GaliciaMADRID. Mal pintan las cosas cuando las farmacéuticas se cubren las espaldas. AstraZéneca anunció ayer una reducción de costes por valor de 384 millones de euros y un recorte de empleos de 3.000 trabajadores dentro de una plantilla total de 65.000 trabajadores. Y eso que los beneficios van viento en popa. La farmacéutica ganó 4.643 millones de euros en 2006, el 28,3 por ciento más, después de facturar un 10,5 por ciento más que en 2005, hasta 20.349 millones de euros.Los despidos se negociarán con los sindicatos y se centrarán en el área de producción de la empresa, que forman un total de 14.000 trabajadores. En la planta de fabricación que AstraZéneca tiene en Galicia trabajan en la actualidad 120 personas pero, según fuentes oficiales de la empresa, todavía no saben cómo les va a repercutir.Cinco medicamentos han copado el 50 por ciento de los ingresos de la multinacional anglo sueca. Las ventas combinadas de Nexium, Seroquel, Crestor, Arimidex y Symbicort alcanzaron 10.228 euros, con un crecimiento del 23 por ciento.Pero los ingresos futuros no están ni mucho menos asegurados. El vencimiento de las patentes de algunos de sus medicamentos es uno de los peligros, si bien, en el caso de los cinco fármacos superventas, sólo la patente del tratamiento contra el cáncer de mama (Arimidex) está a punto de expirar. La otra gran amenaza contra la que las farmacéuticas poco pueden hacer es la presión que ejercen los Gobiernos para recortar los precios de los medicamentos, según destacó ayer la multinacional.Una de las salidas que han encontrado las multinacionales para seguir creciendo es la compra de compañías biotecnológicas. AstraZéneca anunció ayer un acuerdo para adquirir por 150 millones de dólares Arrow Therapeutics, una empresa inglesa especializada en el desarrollo de tratamientos antivíricos con el que el grupo espera entrar con fuerza en el área de los nuevos inhibidores del virus de la hepatitis C, entre otros.