El pulso entre Madrid y Bruselas por E.ON y Endesa sigue su camino hacia los tribunalesbruselas/Madrid. Una de cal y otra de arena para las empresas españolas en la capital de la UE. La Comisión Europea concedió ayer quince días a Italia para que defienda sus objecciones al matrimonio entre la gestora de autopistas italiana Autostrade y la española Abertis, o las retire y calle para siempre. Bruselas apuntala así las aspiraciones de ambas empresas, que en diciembre dejaron su unión en el congelador en espera de que al Gobierno italiano se le pasara el ataque de celos y proteccionismo.Por el contrario, Bruselas avanzó ayer en su batería de expedientes contra la defensa numantina que Madrid está haciendo de Endesa ante el gigante energético alemán E.ON. El ejecutivo comunitario concede a Madrid también quince días (generalmente da dos meses) para que España retire las condiciones que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) decretó para zancadillear el desembarco alemán. El Gobierno español ya ha asegurado por activa y por pasiva que no lo hará, y que espera que el caso llegue al Tribunal de Justicia de la UE para que la sentencia aclare las competencias nacionales para garantizar el suministro energético del país, y las competencias comunitarias para aprobar una fusión pese a ser rechazada en un Estado del club. Mientras el expediente consume los trámites burocráticos que aún le separan de los tribunales, E.ON sigue adelante porque la presión de Bruselas ha servido al menos para que Madrid se pliegue a reducir los obstáculos a la operación. Volviendo al caso de Abertis, la Comisión Europea reiteró ayer (ya lo dijo en otoño) que "Italia ha violado" el derecho comunitario al no autorizar que Autostrade transfiera la concesión de las autopistas transalpinas que gestiona (la mayor parte de la red del país) a la nueva entidad resultante de su fusión prevista con Abertis. Bruselas añade que tiene "dudas fundadas sobre el hecho de que las autoridades italianas no hayan fijado por adelantado y de manera suficientemente clara los criterios de interés público general invocador para rechazar la fusión". Además acusa a Roma de bloquear de facto la operación; de violar la competencia exclusiva de la UE para autorizar o prohibir concentraciones continentales; y de socavar el principio de seguridar jurídica."Si finalmente se confirma, la resolución de la Comisión Europea supondría un significativo paso adelante, tanto por lo que implica de confirmación de la decisión ya adoptada el 22 de septiembre en el sentido de aprobar sin restricciones el proyecto de fusión, como por la plena constatación de la adecuación del mismo a la normativa europea como marco de referencia", se felicitaban ayer los responsables de Abertis, al tiempo que recordaban que este es sólo uno de los dos frentes que Bruselas tiene abiertos en su favor contra Roma.