Bilbao. Habrá muchos que apenas recuerden lo que supuso la figura del ingeniero vasco José Ignacio López de Arriortúa, popularmente conocido como "Superlópez". Pero lo que es indiscutible es que sus ideas, en muchos casos polémicas, revolucionaron el sector de automoción y sin ellas hoy día no se entendería el modelo de trabajo de los principales fabricantes de coches mundiales, ni el modelo de subcontratación con la industria auxiliar. Cuando llegó a la cúspide de su carrera profesional, a los más altos cargos ejecutivos de General Motors, primero, y de Volkswagen, después, "Superlópez" trató de llevar a su tierra natal, la localidad vizcaína de Amorebieta, una gran inversión. Eran principios de los años noventa y, a diferencia de la situación actual, el País Vasco se encontraba sumido en una profunda crisis industrial, con una avalancha de quiebras y cierres de grandes empresas, y tasas de paro que rondaban el 25 por ciento de la población activa. López de Arriortúa quiso poner su granito de arena, por lo que empezó a idear cómo llevar una gran fábrica de coches a su Amorebieta querida, para lo cual enseguida encontró el respaldo de la Diputación Foral de Vizcaya y de empresas privadas como BBV, BBK, MCC o Iberdrola. En base a dicho proyecto, en 1992 la Diputación adquirió unos terrenos en Amorebieta para albergar un moderno polígono industrial que diera cabida a la fábrica de coches y a un parque de proveedores. Pero tal sueño no llegó a materializarse, ni General Motors, ni Volkswagen quisieron ejecutarlo, les parecían más atractivos los países de la Europa del Este para invertir.A pesar del varapalo, López de Arriortúa no desesperó y trató de poner en marcha la planta como fabricante independiente, pero en 1998 un desafortunado accidente de tráfico le obligó a retirarse del mundo laboral.De la producción a la innovación El panorama actual de la industria de automoción poco tiene que ver con el de los años noventa. La globalización decanta las ramas productivas hacia los países de bajos costes laborales, para centralizar en los países desarrollados la innovación y la investigación. España no es ya un país barato en mano de obra, no puede competir en ese segmento y ha de buscar su camino en la especialización y en producciones de mayor valor añadido, componentes tecnológicos e innovación.El sector de automoción tiene un gran peso en la economía vasca, no sólo por contar con un fabricante como Mercedes-Benz, sino por una extensa red de industria auxiliar. Estamos hablando de un sector que supone el 16,4 por ciento del PIB vasco, con más de 290 empresas, una facturación superior a los 9.600 millones de euros, y más de 41.000 empleos directos.Estas magnitudes económicas hacen que para la Administración vasca sea prioritario fomentar la competitividad de este sector. Destaca la implicación de la Diputación de Vizcaya, que ha decidido involucrarse y liderar la promoción de un ambicioso proyecto cuyo objetivo es asegurar el presente y el futuro de un sector que necesita innovar constantemente.Así nace Automotive Intelligence Centre (AIC) un gran complejo de investigación, desarrollo e innovación para el sector de automoción en el que la colaboración público-privada y la colaboración interempresarial conforman sus pilares estratégicos.AIC tendrá dos sedes, ambas en Vizcaya: una en Amorebieta y otra en Ermua. Supondrá una inversión de 42 millones y posibilitará la construcción y dotación de modernos laboratorios; talleres de ensayos; centros de formación e incubadoras de empresas. He ahí su principal diferencia con los tradicionales centros de I+D; AIC integrará innovación, formación e incubación empresarial en automoción.AIC dará servicio a sus promotores actuales (ver cuadro anexo), pero al mismo tiempo estará está abierto a todo el sector, a todas las empresas vascas, españolas e internacionales que quieran desarrollar proyectos innovadores. Se estima que en la sede de Amorebieta trabajaran una media de 200 personas, entre personal propio e investigador y técnicos de otras empresas que se desplacen para ejecutar proyectos o pruebas. Azar o discreto homenajeUn detalle curioso, puede que se trate sólo de una coincidencia o tal vez no, tal vez fuera un discreto homenaje de los promotores de AIC a López de Arriortúa. El día elegido para el acto oficial de colocación de la primera piedra en Amorebieta fuera el 18 de enero, precisamente el día en que "Superlópez" celebra su cumpleaños. Aunque el emblemático empresario no tiene vinculación alguna con AIC, puede decirse que indirectamente si colaboró en su promoción. Entre las empresas privadas implicadas en su creación y puesta en marcha se encuentra el grupo CIE Automotive, cuyo principal accionista es Inssec, sociedad promovida en su día, entre otros, por el carismático José Ignacio.