bruselas. Hemos cambiado de año pero la vida sigue igual. Las gestoras de autopistas española e italiana Abertis y Autostrade siguen buscando cómo unir sus destinos, y los eurócratas de la Comisión Europea tomándose su tiempo para ayudarlas contra el veto de Italia. Desde el lunes es vox populi en los pasillos bruselenses que la liberal holandesa Neelie Kroes, comisaria europea de Competencia, busca hoy el apoyo del resto de los comisarios para retomar sus acciones contra Roma. Kroes ya advirtió al Gobierno italiano en octubre que sus zancadillas a la fusión era ilegales. Pero se dejó enredar por las gestiones de Antonio Di Pietro, ministro transalpino de Infraestructuras, y hasta hoy hemos llegado. La comisaria holandesa tiene previsto conceder hoy quince días a Roma para que siga ejerciendo su derecho de defensa o anuncie la retirada de todos los obstáculos a la operación.Las cosas de palacio...Si Di Pietro no se pliega, lo lógico sería que Kroes le expediente por inmiscuirse en una fusión continental que según el derecho comunitario es coto privado de Bruselas. Sólo la Comisión Europea puede aprobarla, prohibirla o ponerle condiciones.Kroes no es la única comisaria que tiene a Roma en su punto de mira. El liberal irlandés Charlie McCreevy, comisario de Mercado Interior, ha sido un poco más ágil y a mediados de noviembre ya puso en marcha lo que en Bruselas se denomina un procedimiento de infracción contra el derecho comuniario, es decir, un expediente. McCreevy concedió dos meses a Roma para defenderse. La respuesta italiana llegó a Bruselas a principios de enero y los burócratas la estudian detenidamente antes de decidir en cuestión de semanas si tienen material para amenazar al Gobierno italiano con denunciarlo ante el Tribunal de Justicia de la UE. Luego se tomarían también su tiempo para interponer el recurso.